"Todo el mundo estaba furioso": Futura estrella eslovena rechaza las comparaciones con Tadej Pogacar

Con el campeón del mundo anunciando su retirada en pocos años, las miradas en Eslovenia se han dirigido a las posibles figuras de la era post-Pogacar. Ser una joven promesa, sin embargo, conlleva una pesada carga: la expectativa de convertirse en "el próximo Tadej Pogacar". A sus 20 primaveras, Zak Erzen, una de las perlas más brillantes de la región y corredor del Bahrain Victorious, rechaza esa etiqueta.

En una entrevista con Wieler Revue, el joven ofreció una visión refrescante sobre esas inevitables comparaciones. "En cuanto un ciclista joven gana algo, la gente empieza a llamarle el próximo Pogacar. Pero entre los corredores sabemos lo absurdo que es", afirmó. "No es realista, ni para nosotros ni para nadie. Un corredor como Pogacar sólo aparece una vez cada cien años. Si sabes algo de ciclismo, sabes que lo más importante es centrarse en uno mismo".

Su realismo resulta inusual en un deporte obsesionado con fabricar prodigios. Desde el ascenso meteórico de Pogacar, con sus victorias en los Tours de 2020, 2021, 2024 y 2025, Eslovenia es vista como una cantera inagotable de talentos. Pero con las expectativas también llega la presión, y Erzen parece muy consciente del riesgo de vivir a la sombra de otro.

También reflexionó sobre la evolución de la percepción pública de Pogacar en su país. La victoria sobre Primoz Roglic en el dramático desenlace del Tour 2020 dejó huella. "Todavía recuerdo ver el Tour de 2020 y esperar que ganara Roglic", confesó. "Creo que puedo hablar en nombre de toda Eslovenia: todo el mundo estaba furioso porque Pogacar se llevó la victoria". Aquella derrota supuso un golpe duro, pues Roglic ya era un héroe nacional. Dos años más tarde, la visión cambió por completo: "Ahora todo el mundo le quiere. Es probablemente el mejor deportista esloveno de todos los tiempos. Sí, incluso diría que es más grande que Luka Doncic".

Esa transformación refleja tanto la brillantez sostenida de Pogacar como el peso de las expectativas en una pequeña pero unida comunidad deportiva.

Erzen insiste en distanciarse de cualquier comparación directa, aunque forma parte de la nueva generación eslovena que se abre paso junto a nombres como Gal Glivar y Jakob Omrzel. Todos ellos buscan escribir sus propios capítulos en esta edad de oro del ciclismo esloveno. Y lo hacen arropados por quienes ya marcaron el camino. Pogacar, por ejemplo, invierte en proyectos juveniles con el Team Pogi, garantizando que las barreras económicas no frenen a los talentos emergentes. "Es brillante ver a estos iconos del ciclismo esloveno desempeñando un papel tan activo en el futuro del deporte", destacó Erzen. "Con fundaciones y apoyo económico, están dando oportunidades reales incluso a jóvenes que no tienen acceso a instalaciones adecuadas".

Para el corredor del Bahrain Victorious, el objetivo no es suceder a nadie, sino construir su propia identidad. "Cada cinco años, más o menos, surge una generación muy fuerte en Eslovenia", explicó. "Espero formar parte de la próxima. Pero lo único que puedes hacer es centrarte en tu propio camino".