Tim Merlier y su ángel de la guarda que le permitió ganar el Europeo: "Fue sin duda un momento tenso"

Tim Merlier debe su título europeo tanto a sus veloces piernas como a su ángel de la guarda, el ex seleccionador nacional Carlo Bomans, cuya rápida reacción al cambiarle la rueda tras un pinchazo le permitió llegar con los mejores al final del Campeonato de Europa.

"Fue un momento muy tenso", confirma el ex seleccionador nacional a Het Nieuwsblad.

"El viernes y el sábado estuve en el mismo punto de Heks", prosigue Bomans. "Combiné los adoquines de Manshoven con el pie del Zammelenberg y luego seguí hasta la altura de Kerniel, que no es una cuesta oficial en el libro de ruta, pero quizá sea la parte más difícil del bucle de Limburgo. El domingo sólo me detuve en un lugar, debido a la multitud. Porque temía que, de lo contrario, no volvería en ese momento crucial. Resultó ser la decisión correcta".

El actual seleccionador nacional, Sven Vanthourenhout, debió de sentirse aliviado cuando su táctica de dos sprinters no se vino abajo gracias a su predecesor, que tenía preparada una rueda de repuesto para el as del sprint Merlier cuando la carrera entró en Heks.

"La carrera estaba a punto de estallar en ese momento, pero desde el pelotón unos compatriotas me gritaron que Tim había pinchado una rueda. Así que el cambio de rueda se hizo sin problemas. Llevaba una llave inglesa conmigo y cambié la rueda en un santiamén. Pero cuando quise volver a apretar la rueda nueva, el mecánico ya estaba allí para taladrar el eje. Lo que nos permitió ganar unos segundos".

La acción fue tan rápida que Merlier ni siquiera supo quién era su salvador: "Yo también lo leí", se ríe Bomans. "Pero él ya estaba al corriente el domingo por la noche. Sí recibí un agradecimiento suyo antes del brindis con una copa de champán. Y del seleccionador nacional también, por cierto", concluye.