Considerado actualmente como uno de los velocistas más rápidos del pelotón,
Tim Merlier pasó gran parte de sus años de formación como profesional compitiendo en ciclocross. Sin embargo, según su antiguo entrenador, Mario De Clercq, gran parte de ese tiempo fue tiempo perdido.
"Tim es de aquí y se llevaba muy bien con mi hijo. Se sentaba mucho con nosotros y enseguida vi que era muy explosivo", recuerda De Clercq sobre los humildes comienzos de Merlier, en conversación con Het Nieuwsblad. "Luego, cuando corrió en sub23 y maduró del todo, se hizo aún más evidente que era más explosivo que otros corredores. Y sobre todo en los primeros metros".
Sin embargo, como ya se ha mencionado, no fue esprintando en la carretera donde Merlier encontró inicialmente el éxito, sino más bien en los campos embarrados del ciclocross. "Pero Tim no tiene el cuerpo de un corredor de ciclocross y la explosividad que tiene en la carretera no puede aprovecharla al máximo en el campo", recuerda De Clercq. "Fue entonces cuando intenté convencerle de que se pasara a la carretera de todas formas". El desafío era grande, ya que pocos veían el potencial de Merlier como velocista en las carreras de carretera.
"El problema era que nadie creía en él. Visité muchos equipos para decirles que tenía un buen velocista en el equipo, pero siempre recibí la misma respuesta: 'Sólo corre carreras pequeñas' y '¿Será capaz de cruzar la meta en una carrera más dura?'", prosigue De Clercq. "Entonces decidimos mantenerlo como corredor de ciclocross y darle una oportunidad aquí y allá en la carretera". Fue un periodo de incertidumbre, pero la perseverancia de Merlier y la confianza de su entrenador comenzaron a dar frutos. Merlier acabó en el equipo de Van Aert, el Vérandas Willems-Crelan, y aunque hubo momentos de duda, Christoph Roodhooft llegó y quiso a Merlier en su equipo.
De Clercq recuerda este periodo como un momento crucial. "Me temí lo peor en un momento dado, pero entonces llegó Christoph Roodhooft y quiso a Merlier en su equipo. Entonces hice constantes llamadas a Tim y Christoph y al final fue su salvación. Me alegré mucho". Esta decisión fue un punto de inflexión en la carrera de Merlier, permitiéndole mostrar su verdadero potencial en la carretera.
Actuando actualmente en el Soudal - Quick-Step, Merlier fue una de las estrellas del reciente Giro de Italia, ganando tres etapas, incluida la etapa final sobre los adoquines de Roma. "Tiene casi 32 años y creo que seguirá ganando sprints durante al menos tres años más. Después de eso, incluso puede continuar como líder, porque también será bueno en eso. Así que, sin duda, aún no hemos oído lo último de Tim Merlier", analiza su antiguo entrenador. De Clercq ve un futuro brillante para Merlier, no solo como velocista, sino también en roles de liderazgo dentro del equipo.
A pesar de su éxito, Merlier mantiene una relación cercana y personal con De Clercq. "De vez en cuando seguimos enviándonos mensajes, pero prefiero que hagamos una barbacoa o salgamos a comer algo juntos", concluye De Clercq. "Vivimos cerca el uno del otro y me gusta que sigamos teniendo una buena relación a pesar de que ahora es una auténtica estrella mundial. Es un tipo muy bueno tanto dentro como fuera de la bici". Este vínculo demuestra que, más allá del éxito deportivo, las relaciones personales y el apoyo mutuo han sido fundamentales en la carrera de Tim Merlier.