Thomas Voeckler es uno de los ciclistas franceses más importantes de su generación. Su punto álgido fue en el Tour de Francia 2011, cuando consiguió varios minutos de ventaja en una de las primeras etapas y aguantó con el maillot amarillo hasta la antepenúltima jornada. Un poco como Ben O'Connor en la pasada Vuelta a España 2024, aunque él terminó finalmente en cuarta posición de la clasificación general.
Ahora es el seleccionador francés y recientemente ha dado una entrevista para Cyclism'Actu en la que ha tratado diferentes temas sobre el ciclismo de ahora. Cuando se le preguntó por sus emociones tras los Juegos Olímpicos, Voeckler reveló una sorprendente falta de sentimentalismo. Aunque el éxito del equipo francés superó las expectativas, con dos corredores que se unieron a Remco Evenepoel en el podio, Voeckler se centró rápidamente en los próximos retos.
"Pero está claro que ha superado nuestras expectativas, hay que ver las cosas objetivamente. Si nos hubieran dicho que habría dos pilotos franceses detrás de Remco Evenepoel en el podio... Creía en poder disputar el título, incluso estaba convencido de ello, pero al pensar en otros corredores en la salida, sólo hay que mirar el pedigrí de la clasificación", explicó. Reflexionando sobre la ausencia de Tadej Pogacar, añadió: "Si sólo quitas a Pogacar... bueno, 'sólo' quizá no sea el término adecuado. Además, sólo aparentando a Pogacar, estoy convencido de que si hubiera estado allí, habría cambiado completamente la situación y la carrera. Dicen que los ausentes siempre se equivocan, pero a mí no me molestó que no estuviera... De todos modos, fue mejor para nosotros".
Aunque el logro fue histórico, Voeckler admitió que sus emociones fueron mucho más moderadas de lo esperado. "Para mí, los Juegos Olímpicos, el sábado después de la carrera, al día siguiente estaba conduciendo el coche de Paul Brousse para las chicas, y se pasó página. No parece tan duro, pero así es como trabajo". A pesar de la extraordinaria atmósfera y el fervor que rodean a los Juegos Olímpicos, Voeckler mantuvo la concentración. "Incluso cuando Valentin (Madouas) cruzó la línea, no reaccioné, estaba esperando a ver qué le pasaba a Christophe (Laporte). Y sólo entonces gritamos en el coche".
El enfoque pragmático de Voeckler refleja su ética profesional. "He pasado página, pero eso no significa que no esté orgulloso, que no disfrute de lo que han hecho los chicos y de la aventura que hemos vivido", aclara, haciendo hincapié en su mentalidad previsora como entrenador del equipo.
Volviendo su atención al estado actual del ciclismo, Voeckler alabó el dominio sin precedentes de Tadej Pogacar en 2024, comparando sus hazañas con las de la leyenda del ciclismo Eddy Merckx. "Es un año Merckx, en una época que ya no es la de Merckx. Donde todo ha evolucionado, donde la competición está normalmente mucho más globalizada, donde todo el mundo tiene más o menos los mismos métodos de trabajo".
Para Voeckler, el éxito de Pogacar destaca aún más dada la igualdad de condiciones del ciclismo moderno. "Lo que él hizo es para mí incluso más fuerte que lo que hizo Merckx. Eddy Merckx y Bernard Hinault eran más fuertes en la base, sólo tenían que apretar los pedales. Pogacar es el más fuerte hoy, aunque todo esté optimizado".
Voeckler se refirió a la evolución de este deporte, destacando las palabras de Romain Bardet. "Las palabras que me impactaron fueron las de Romain Bardet. En una entrevista a principios de año, dijo que lo que sólo 10 corredores eran capaces de hacer hace 7 u 8 años, hoy hay 40 que pueden hacerlo igual de bien. Eso te da una idea, Romain no es alguien que hable al aire de esa manera".
Aunque alabó el garbo de Pogacar y la brillantez de sus hazañas, Voeckler admitió que el dominio del esloveno puede llevar a veces a una falta de emoción en las carreras. "Cuando sale tan lejos de la meta, por detrás es emocionante, pero es sólo por el segundo puesto", comentó Voeckler. También hizo un paralelismo con la actuación de Mathieu van der Poel en París-Roubaix, describiéndola como "magnífica" pero igualmente carente de entretenimiento.