Todo parece indicar que
Tadej Pogacar va a conseguir el histórico doblete Giro de Italia -
Tour de Francia con el tercer triunfo de su trayectoria en la clasificación general final de la ronda gala. Además, tiene pinta que de nuevo será con
Jonas Vingegaard como principal perseguidor. Por lo tanto, si finalmente ocurre esto, será la cuarta vez consecutiva que ambos copen el Top 2 de la carrera más prestigiosa del mundo del ciclismo.
"Las tres últimas ediciones de la carrera han elevado a ambos a un pedestal propio, alejándolos de las limitaciones ordinarias del aquí y ahora. Han inscrito sus nombres en la historia de este deporte", escribe Ned Boulting, comentarista de ITV Sport e historiador del ciclismo, en una columna para
CityAM. "En Pogacar y Vingegaard, tenemos a dos corredores que no pueden (y en el caso de Pog, francamente no quieren) mantener oculta su verdadera naturaleza. Clínicamente optimista, patológicamente positivo y decididamente agresivo, Pogacar es un libro abierto. Mi colega Gary Imlach lo resumió brillantemente el sábado, cuando cerró nuestra retransmisión en directo diciendo: "Se suele decir que el ataque es la mejor forma de defensa. Pues bien, en el caso de Tadej Pogacar, es la mejor forma de todo".
Con Pogacar en el mejor momento de su vida, el esloveno ha refrendado su dominio del Giro de Italia entrando en la última semana con tres minutos de ventaja sobre su gran rival. Sin embargo, mientras Pogacar ganaba el Giro, Vingegaard participaba en una intensa recuperación tras la perforación de un pulmón en una caída en la Itzulia vasca que dejó al danés en cuidados intensivos a principios de este año.
"Hemos tardado más en conocer a Vingegaard, el taciturno rival de Pogacar. Incómodo en el centro de atención, pero aceptando educadamente sus obligaciones, el danés ha conseguido hasta ahora navegar a través del caos que ha mantenido a su público a distancia", analiza Boulting sobre Vingegaard. "Todo eso cambió al final de su victoria en la undécima etapa la semana pasada, cuando superó al hombre del maillot amarillo para hacerse con una victoria de etapa y tomar el impulso (aunque temporalmente) en la carrera".
"Se le saltaron las lágrimas, mientras contextualizaba el esfuerzo que había tenido que hacer para reponerse de una lesión grave y potencialmente mortal a principios de abril. Podría haber muerto, nos dijo. De repente, estábamos ante un hombre y no simplemente ante un corredor calculador aunque poco inspirado", reflexiona Boulting sobre la asombrosa victoria de Vingegaard en la undécima etapa. "Esa historia, y su repentina voluntad de compartirla, dieron a la victoria un significado que iba más allá del Tour de Francia. La simple verdad sobre este deporte, como sobre cualquier otro, es que se trata de seres humanos corrientes que casualmente hacen cosas extraordinarias."
¿Recuperará Pogacar el maillot amarillo o logrará Vingegaard una increíble remontada? Pronto lo sabremos, pero sea como fuere, el dúo sigue demostrando que son los mejores corredores de grandes vueltas de su generación, ya que su rivalidad continúa año tras año en Francia.