En 2021,
Tadej Pogacar ganó
Il Lombardia, el último monumento de la temporada, en el mismo recorrido que encontrarán los corredores este sábado. Es un objetivo ambicioso, ya que se enfrenta a una competencia muy dura, pero espera rendir por última vez antes del largo invierno que se avecina.
"Es una carrera larga y dura, con subidas empinadas, y hay que estar en plena forma para terminar bien. Gané en este circuito hace dos años, así que me viene bien. Me gustan las carreras largas con mucho desnivel. El final también es bonito", dijo Pogacar a In de Leiderstrui antes de la carrera. "Las carreras de un día requieren más concentración, son más difíciles de predecir. La preparación es diferente, no piensas en el día siguiente como en las competiciones de varios días. Llegas a la salida más fresco, decidido a luchar. Es el final de la temporada, las piernas y la cabeza están cansadas".
Pogacar rara vez deja de rendir con los mejores. Sin embargo, su preparación fue menos dominante de lo habitual. En el Giro dell'Emilia fue superado por Primoz Roglic en la cima de San Luca. Luego fue quinto en Tre Valli Varesine, donde no consiguió marcar la diferencia en las subidas. Semanas antes, también estuvo cerca de la cabeza, pero no ganó la Coppa Sabatini ni el Giro della Toscana. Todo esto será sin duda una señal de que no está a su mejor nivel, y se enfrentará a corredores de la talla de Primoz Roglic, Remco Evenepoel y Richard Carapaz en la montaña;
"Queremos terminar esta temporada como el equipo número uno del mundo en la clasificación de la UCI", añade, un objetivo crucial para el equipo. "El equipo está creciendo con nuevos corredores, pero también con nuevos empleados. Intentamos mejorar y pensar en todos los aspectos, cómo podemos crecer, cómo podemos mejorar pequeños detalles. Sí, vamos en la dirección correcta. Jumbo-Visma tiene más victorias importantes que nosotros, pero si comparamos la temporada de Jumbo y la nuestra, son bastante comparables".