Con el
COVID-19 de nuevo afectando al pelotón, y con el recuerdo del Giro de Italia 2023 en la mente, toda precaución que los equipos están teniendo a dos días del inicio del
Tour de Francia 2024 es poca. De hecho, Visma - Lease a Bike se ha visto afectado por el abandono de Sepp Kuss a causa de ello, y el virus a punto ha estado de dejar fuera de la carrera al gran favorito:
Tadej Pogacar.
"Hace diez días tuve COVID-19. Me puse enfermo y me sentí muy cansado. Era una incógnita por eso, pero me recuperé muy bien de la infección", declaró Pogacar a sólo dos días de la Grand Départ de Florencia. Esta tarde, el
UAE Team Emirates ha acudido a la presentación del equipo, sin mascarilla a la vista, lo que significa que no hay preocupaciones. "Al final no ha sido un gran problema. Ahora me siento muy bien".
El esloveno estuvo en altitud en Isola 2000, con varios compañeros de equipo que también se preparaban para el Tour de Francia. No es la primera vez que Pogacar sufría COVID-19, pero tampoco pareció afectar demasiado -ni física ni psicológicamente- al corredor que, según muchos, es el principal favorito para ganar todo el Tour de Francia.
"El COVID-19 ya no es un problema tan grave. Sobre todo si tu cuerpo ha sido portador del virus antes. Yo mismo lo he tenido una vez, quizá más a menudo. Tu cuerpo se acostumbra", afirma. "No fue demasiado grave, sino más bien como un resfriado. Sólo estuve un día completamente fuera de la bici, y luego monté en los rodillos bajo techo. Y cuando ya no me sentí mal, volví a montar en bici al aire libre".
En última instancia, no parece que el virus haya afectado a la preparación de Pogacar para el Tour, que consistió plenamente en entrenamientos. Este sábado, tanto él como Jonas Vingegaard afrontan su primer día de carrera en mucho tiempo en lo que sólo puede describirse como una etapa explosiva y traicionera.