Jumbo-Visma planeó un ataque para hoy. Wout van Aert se unió a la escapada y detrás del resto del equipo preparó un ataque. Todas las piezas encajaban en su sitio, pero el plan se fue al traste por culpa de
Tadej Pogacar, que tenía mejores piernas ese día y sacó tiempo al danés, que ahora es el nuevo líder de la carrera.
Wilco Kelderman y Sepp Kuss dividieron el pelotón y prepararon un ataque de Vingegaard hacia la cima del Col du Tourmalet, con Tadej Pogacar siguiéndoles esta vez, a diferencia del día anterior, en el que la diferencia entre ambos fue significativa. "Pogacar tenía las mejores piernas. Ya lo intentamos en el Tourmalet, pero no pude sacarlo. Me gustó, creo que hubiera sido perfecto atravesar ese valle con Wout. El equipo en su conjunto estuvo genial, así que tengo que darles las gracias".
"Sin embargo, Tadej estuvo mejor de lo que esperábamos y ahora sé que será otro combate duro. De momento estoy donde quiero estar, pero puede pasar cualquier cosa". El dúo sacó más de dos minutos al resto de la competición, sin embargo en los kilómetros finales, tras lanzar un ataque, Pogacar contraatacó y sacó 28 segundos en total a una jornada en la que Jumbo-Visma fue muy superior en cuanto a fondo.
"Esperaba ganar la etapa, pero Tadej ha estado fuerte y se ha merecido la victoria de etapa. Queríamos probarle de nuevo y ver cómo se sentía. Supongo que estaba mejor que antes. Estoy muy contento de volver a vestir de amarillo. Me encanta este color y el maillot, para mí es un símbolo muy bonito en el ciclismo", concluyó. Mantiene una diferencia de 25 segundos sobre su rival en la etapa 7 de mañana, la carrera sigue totalmente abierta mientras los corredores abandonan los Pirineos.