Sonny Colbrelli habla de la París-Roubaix: "Esa victoria cambió mi vida para siempre"

Sonny Colbrelli concluyó su carrera hace poco, pero ha tenido una etapa en el ciclismo mucho más exitosa que la del corredor medio. Echando la vista atrás a sus victorias, detalla el día en que ganó la París-Roubaix en 2021.

"Después de París-Roubaix hubo una explosión completa en mi cabeza. Esa única victoria cambió mi vida para siempre", dijo Colbrelli en una entrevista con Cyclist. "Ya fue un día tan especial para mí, de tanta emoción y alegría, y cuando recuerdo el 21 de marzo en Catalunya (cuando sufrió un paro cardíaco) siempre recuerdo París-Roubaix y esa sensación, tirado en el suelo después del sprint. Es difícil explicar una sensación así".

Tras muchos años siendo un velocista, un puncheur y un clasicómano muy regular, todo encajó en 2021. Consiguió victorias de etapa en el Tour de Romandía y el Critérium du Dauphiné, además de la clasificación por puntos, los campeonatos nacionales italianos, pero su temporada aún mejoraría mucho a partir de ahí.

Estuvo cerca pero no pudo hacerse con la victoria en el Tour de Francia. Después, sin embargo, se hizo con la victoria general en el Benelux tras ganar una etapa en Houffalize. El fin de semana siguiente ganó el Campeonato de Europa tras resistir los ataques de Remco Evenepoel cerca de casa, en Trento. Ganó el Memorial Marco Pantani y terminó 10º en los Campeonatos del Mundo antes de su último objetivo de la temporada, la París-Roubaix.

En una jornada muy lluviosa y embarrada en el adoquinado del norte de Francia, sobrevivió a los ataques de Mathieu van der Poel y Florian Vermeersch, y logró mantenerse sobre la bicicleta en unas condiciones muy difíciles.

"A falta de 10 km ya estaba supercontento. Me preguntaba: '¿Quién, en su primera participación en la carrera, está en condiciones de subir al podio o de ganar la París-Roubaix? Me decía a mí mismo: 'Sonny, seguirás a Mathieu van der Poel'", continuó. "A falta de 1 km recuerdo que me dije: 'Cuando salgamos en el velódromo asegúrate de que vas segundo o tercero, no primero'. Lo recuerdo claramente por encima de todo. Después de eso me dije otra vez: 'Sigue a Mathieu'".

El trío entró en el velódromo aislado y en una batalla muy equilibrada por la victoria. "A falta de 100 metros empecé mi sprint para seguir a Florian Vermeersch y mis piernas estaban muertas, cero energía, cero potencia, pero seguí y luego a falta de unos 15 metros adelanté a Vermeersch y luego el resto fue una oleada de emoción", describió. Fue su única victoria en un monumento y el mayor logro de su carrera. 

"El día fue increíble, no sólo la victoria, sino la carrera, la lluvia, las caras negras de barro. Mis amigos bromean diciendo que ha sido la mejor carrera. Puede que para ellos sí, pero no para mí en esas condiciones. Pero, por supuesto, es un día que nunca olvidaré. Todavía conservo todo lo de aquel día: el casco, el maillot, las zapatillas, la bicicleta, todo aún sin lavar. Aunque creo que mi mujer preferiría que lo lavara", concluyó.