"Siento que es mi proyecto": Tom Pidcock reflexiona sobre su primera temporada con el Q36.5 Pro Cycling Team

Tom Pidcock dejó el INEOS Grenadiers al cierre de la pasada temporada y, con ello, abandonó uno de los gigantes del ciclismo para aterrizar en el Q36.5 Pro Cycling Team, una estructura mucho más modesta en el panorama internacional.

El cambio, que para muchos parecía arriesgado, ha terminado por convertirse en el paso decisivo que el británico necesitaba para desbloquear un nuevo nivel deportivo y personal. En la escuadra suiza, Pidcock ha encontrado un entorno donde prosperar, correr con continuidad y construir una confianza que llevaba años sin sentir.

“Me siento muy implicado en el equipo en general, no sólo en el aspecto deportivo, sino también tomando decisiones y haciendo crecer al equipo”, compartió Pidcock con La Gazzetta dello Sport. “Eso me entusiasma, porque estoy detrás de cada decisión. En definitiva, siento que en parte es mi proyecto”.

Pidcock ya había mostrado en INEOS su preferencia por trabajar con su propio núcleo y perseguir ambiciones propias, pero en un gigante de más de 50 millones de presupuesto, sus prioridades debían convivir con otras muchas. Su salida también estuvo marcada por fricciones internas, específicamente tras una disputa con la dirección que derivó en su retirada sin explicación de Il Lombardia 2024.

En Q36.5, todo ha cambiado. El británico se ha sentido respaldado y escuchado, y eso se ha traducido en rendimiento inmediato.

Pidcock abrió su etapa en su nuevo equipo con triunfos tempranos, peleó de tú a tú con Tadej Pogacar en Strade Bianche y firmó una Vuelta a España sensacional: su primer gran resultado en una prueba de tres semanas, que además llegó acompañado de un podio. Lo hizo, además, pese a que su equipo no podía competir en recursos con estructuras como UAE o Visma. La temporada culminó con nuevos resultados sólidos y la sensación de haber iniciado un ciclo transformador.

“Creo que una gran vuelta no es lo que más disfruto, pero para mí es sin duda el mayor reto en cualquier disciplina del ciclismo”, explica. Ya había insinuado su intención de seguir persiguiendo grandes vueltas, y ahora lo confirma: “Definitivamente quiero seguir con ese reto. Es bonito tener retos y conseguirlos. Es lo más difícil de conseguir, pero después del podio, cada vez creo más”.

Pero aunque su imagen haya crecido en la carretera, Pidcock no está dispuesto a renunciar a sus raíces ni a su ADN competitivo. Campeón olímpico de bicicleta de montaña en dos ocasiones, deja claro que seguirá combinando disciplinas: “La bicicleta de montaña es lo que más me gusta, sin duda. Es un entorno agradable, relajado... Es simplemente un lugar agradable para competir y rendir. Creo que, por naturaleza, tengo más talento en la bicicleta de montaña, así que siempre es más fácil, ¿no?”