La
Vuelta a España 2023 fue increíblemente memorable por varias razones, pero ninguna más que el drama dentro del
Jumbo-Visma cuando
Primoz Roglic,
Jonas Vingegaard y
Sepp Kuss lucharon por ganarse el derecho a ser el líder del equipo.
Al menos eso es lo que parecía desde fuera. Sin embargo, según el propio ganador del maillot rojo, siempre hubo entendimiento entre los tres corredores. "Nunca hubo discusiones", insiste Kuss en conversación con GCN. "Creo que especialmente entre nosotros tres siempre hubo entendimiento. Comprendo, y comprendí, la posición de cada uno y, mirando desde fuera, siempre es más fácil hacer de ello cosas diferentes. Pero al final, todos corríamos con nuestras bicis y lo principal era que no había más rivales que nosotros, lo que hacía que pareciera más una lucha interna... pero no había lucha".
"Hubo entendimiento y todo el mundo quiere sacar lo máximo de sí mismo, creo que sólo se magnificó por el hecho de que no estaba Tadej Pogačar, Remco Evenepoel estaba fuera de juego y aunque hubo rivales realmente fuertes durante la carrera, no eran nuestros rivales directos", analiza.
Sin embargo, tras la última Gran Vuelta de 2023, Roglic se ha marchado al BORA - hansgrohe, algo que Kuss admite que, en cierto modo, veía venir. "Quizá la Vuelta fue el punto de inflexión final, pero al final, el Tour de Francia es la única carrera que no ha ganado y para ganar el Tour, muchas veces tienes que ser el único líder y tener a todo el equipo detrás de ti", dice el estadounidense. "Creo que era una dirección normal para que las cosas fueran".