Sam Bennett: "No puedes ser ciclista profesional si no eres una persona robusta"

Ser velocista en el ciclismo profesional es un trabajo duro. Además de la potencia que hay que tener y del entrenamiento específico, el factor psicológico es muy importante, ya que la asunción de riesgos debe ser mayor para estar en liza. Sam Bennett habla de algunas de estas cuestiones.

"Todavía le debo mucho a ese equipo, así que no me fijo demasiado en ello. Creo que la gente piensa que soy de cierta manera porque tengo un comportamiento suave, nunca parezco demasiado arrogante... Pero no puedes practicar este deporte si no eres una persona robusta. Esas cosas no te afectan", declaró Bennett a Cyclingnews en una extensa entrevista.

Habla de su etapa en el Soudal - Quick-Step, que terminó abruptamente cuando Patrick Lefevere inició una disputa con el irlandés. Una lesión de rodilla fue la causa de que Bennett se perdiera la parte final de la temporada. Lefevere no sólo criticaba a uno de sus principales velocistas, sino que también criticaba en línea al irlandés.

"A lo largo de mi carrera, cuando pasan cosas, si me relegan en un sprint o alguien ve algo en internet y no está contento o lo que sea, siempre mantengo la boca cerrada. No me meto en eso y me dedico a lo mío. Vivo en un mundo diferente a él", comparte sin embargo Bennett.

"En 2021, me lesioné la rodilla derecha en QuickStep, pero a principios de 2022, me lesioné la rodilla izquierda, simplemente nunca hablé de ello. Cuando ya estás lesionado y estás compensando una cosa, puedes acabar estresando la otra y quizá acabé haciendo eso", prosigue.

Una serie de lesiones provocaron una falta de forma que no benefició al ahora corredor del BORA - hansgrohe, que tuvo un difícil comienzo en su regreso al equipo alemán. "En retrospectiva, en realidad debería haberme limitado a entrenar y no correr hasta marzo o abril, pero no era así como quieres empezar de nuevo con otro equipo", admite.

La presión le obligó a salir antes de tiempo, lo que le hizo perder con creces su mejor forma. Esto fue evidente durante varios meses e incluso le dejó fuera del Tour de Francia, en el que tenía previsto participar.

La situación cambió a finales de año, cuando ganó dos etapas en la Vuelta a España. Sin embargo, el corredor de 32 años no olvida las dificultades por las que pasó hace un año: "A principios de temporada, ya estaba al límite a falta de 200 metros. Parecía que estaba sentado, pero básicamente ya había hecho mi sprint para llegar".

"Físicamente, no soy un velocista típico: pueden hacer un entrenamiento de sprint y luego arreglárselas con su alta tasa de construcción de lactato. Pero realmente tengo que construir un gran motor, utilizar mi resistencia y llegar a la meta más fresco para poder esprintar. A principios de año, no había hecho ese trabajo".