Robert Gesink encabeza el
Jumbo-Visma en una
Vuelta a España histórica, en la que el Jumbo-Visma gana su tercera Gran Vuelta de la temporada y termina con el podio completo. Un éxito inaudito en la historia del ciclismo, pero a pesar de ello el equipo ha sido duramente criticado por aparentes actitudes hacia el líder de la carrera,
Sepp Kuss. Gesink no estaba contento cuando se le preguntó por las tácticas del equipo.
"Si hubiéramos hecho nuestro plan táctico basándonos en las redes sociales, no estaríamos en tan buena posición. Seguimos 1, 2 y 3 y Sepp está en números rojos, así que me estoy cansando un poco de tanta mierda", dijo Gesink en una entrevista con GCN. "Ganamos cinco etapas, estoy trabajando duro y no siento que tenga que explicar cuál es nuestro plan táctico. Sepp está en cabeza y es uno de mis mejores amigos. Espero que aguante hasta Madrid".
En el transcurso de las últimas semanas, muchos aficionados, así como algunos analistas y corredores, se han manifestado en contra de los ataques de Jonas Vingegaard y Primoz Roglic en la Vuelta, mientras Kuss lideraba la carrera. Favorito de los aficionados y domestique muy trabajador, su posible victoria en la Gran Vuelta se convirtió en algo deseado por muchos, y desde entonces las emociones han sido muy altas. Alcanzaron su punto álgido en el Alto de l'Angliru, cuando Kuss fue descolgado por sus dos compañeros de equipo. Ayer en la Cruz de Linares, sin embargo, el equipo cabalgó para preservar la clasificación general tal y como estaba.
"Estoy un poco cansado de todas esas preguntas. Todos sabemos lo que está pasando y no creo que las críticas sean justas. Todos estamos haciendo un buen trabajo y ya hemos conseguido cinco victorias de etapa. Los otros dos están justo detrás de Sepp", prosigue. "Por encima de todo, creo que hemos hecho la mejor actuación en la Vuelta que se haya visto nunca. No voy a explicar nuestras ideas tácticas, y menos basándome en lo que piensa la gente en las redes sociales".
Ahora Kuss, en la tercera Gran Vuelta de su temporada, y después de haber ayudado tanto a Roglic como a Vingegaard a conseguir victorias en el Giro de Italia y el Tour de Francia -así como en otras Grandes Vueltas en el pasado-, está listo para convertirse en el nuevo ganador de una Gran Vuelta, siempre y cuando no se caiga o se rompa hasta Madrid;
"Llegamos a esta carrera con dos líderes claros, y Sepp hizo un gran trabajo dentro de nuestro plan táctico. Un plan que ideamos nosotros mismos", afirma. "Eso le puso en esta posición en primer lugar. Ahora es fácil quejarse de nuestras tácticas, mientras Sepp está en números rojos por culpa de nuestras tácticas. Eso es un círculo".