"Quiero ser una buena ciclista, pero también quiero ser madre" - Omer Shapira habla de la dificultad de gestionar la vida privada con el ciclismo profesional

El ciclismo profesional es un deporte brutal en muchos aspectos. Y para las mujeres puede ser aún más duro, ya que las cantidades extremas de esfuerzo y la búsqueda del mínimo peso posible provocan consecuencias en los cuerpos de algunas ciclistas profesionales. Omer Shapira es una de ellas, y ha hablado de las dificultades por las que ha pasado.

La campeona nacional israelí compartió un largo mensaje en Instagram en el que admitió estar por debajo de sus expectativas en cuanto a rendimiento este año, pero lo hizo con el propósito de mejorar su salud, que reveló haber sufrido a lo largo de su carrera profesional. "Quiero ser una buena ciclista. Pero quiero ser mamá", afirmó revelando que había tenido su menstruación recientemente por primera vez en cinco años. 

El mensaje ha mostrado además una lucha por la que pasan muchas mujeres en el pelotón, y las consecuencias que el deporte puede tener en su vida personal. Ha hablado extensamente de la falta de autocuidado que acompañaba a la búsqueda del rendimiento, y de cómo empezó a dar prioridad a su salud este año, lo que ha tenido consecuencias positivas.

En su mensaje señaló algo por lo que pasan muchas atletas, advirtiendo de los peligros que conlleva: "Y supongo que la mayoría de las atletas se enfrentan a ello de alguna manera... el equilibrio entre la salud y el rendimiento, el punto suave entre hacer lo que se necesita cuando se necesita, hasta el punto de que se convierte en una obsesión".