El próximo 9 de abril, el pelotón afrontará una de las citas más destacadas del calendario para los especialistas en el sprint: la clásica
Scheldeprijs. Esta carrera de un día, que se celebra cada primavera, representa una oportunidad de oro para que los velocistas se midan cara a cara en un recorrido hecho a su medida.
Con una longitud de 202 kilómetros, la prueba es prácticamente llana de principio a fin. El viento suele ser un factor determinante en algunas ediciones, y el circuito final, al que se dan cuatro vueltas, incluye un breve tramo adoquinado que puede añadir algo de picante a la parte final. Sin embargo, pese a esos pequeños desafíos, lo habitual es que la llegada masiva decida al ganador en las calles de Schoten.
Terneuzen - Schoten, 202,5 kilómetros