Pavel Bittner es una de las jóvenes promesas que tiene el
Team DSM-Firmenich PostNL en sus filas. El checo de 21 años se prepara para participar en la
París-Roubaix este próximo domingo 7 de abril. Tras no haber podido terminar la carrera el año pasado, ha dicho en una entrevista para WeLoveCycling que su intención en esta ocasión es al menos terminarla. Ha cuajado un inicio de temporada discreto, con un 2º puesto en el GP Criquielion y un Top 10 en la Nokere Koerse como resultados más llamativos.
Los primeros informes sugieren algo de barro en los tramos adoquinados, ¿será un problema para Bittner? "Preferiría adoquines mojados. Por supuesto, la carrera en sí es peligrosa, pero sería más fácil para mí conseguir un mejor resultado si fuera un poco más técnica. Probablemente preferiría el barro para mí. Quizá me arrepienta y dé una respuesta diferente el año que viene", ríe.
El checo de 21 años también vuelve sobre la tan discutida chicane: "Si los organizadores querían más seguridad, entonces es una mala decisión, porque la chicane empeorará aún más las cosas. Un giro de 180 grados en una carretera tan estrecha antes de un punto tan difícil e importante de la carrera, será un gran lío. No creo que haya nada más seguro".
"Claro, podemos acercarnos a Arenberg a menor velocidad, pero ese sector será entonces tanto más difícil", piensa. "Pero quizá pensaron que habría sido mejor que nos tumbáramos en la carretera en vez de en los adoquines..."
¿Cuáles son las ambiciones personales de Bittner? "Personalmente quiero dar el mejor rendimiento que pueda. Poder llegar al autobús del equipo y saber que he dado lo mejor de mí, que he sido útil como compañero. Y también merecer la famosa ducha en el velódromo".