Patrick Lefevere desvela la superestrella del ciclismo que le habría gustado tener en su equipo

Ciclismo
lunes, 10 marzo 2025 en 20:00
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Patrick Lefevere es una de las personas más conocidas en el mundo del ciclismo. Hasta hace unos meses era el jefe del Soudal Quick-Step, trabajo que ejerció durante más de 20 años. Por sus filas han pasado una gran cantidad de superestrellas, sin embargo, tiene bien claro cuál le habría gustado añadir a sus pupilos.

"Lo que me gustaba de los neerlandeses, y especialmente de Niki, es que cuando se enfadaba durante una carrera y se había duchado, decía: 'Chicos, lo siento'. Un flamenco no tiene eso. Se lo guarda para sí mismo y sólo sale a la luz después de tres semanas", dijo Lefevere a Wielerevue.

Esto viene como anillo al dedo para la siguiente pregunta, que iba a ser con qué corredor, de aquellos con los que no había trabajado, habría querido hacerlo. La respuesta es Mathieu van der Poel, ganador de la París-Roubaix, el Tour de Flandes y la Milán-San Remo.

"Entonces elegí a Mathieu van der Poel. Su padre Adrie [van der Poel] corrió en mi equipo durante tres años. Adrie corría a veces en Rabobank con VIP'S y a veces nos cruzábamos. Siempre le preguntaba por David [van der Poel] y Mathieu", recuerda el belga. "David empezó a correr en cierto momento, pero Adrie dijo entonces 'el más joven tiene diez años, pero ya sabe hacer de todo con la bicicleta. Ya oirás hablar más de él'".

Mathieu van der Poel ya daba muestras de su grandeza desde muy joven. Sin embargo, aunque los ojeadores no son tan agudos como en la actualidad, en la década de 2010 ya había muchos ojos puestos en Mathieu van der Poel que buscaban hacerse con sus servicios antes de que apareciera en televisión;

"Cuando empezó a correr, ya tenía material de los hermanos Roodhooft (que actualmente dirigen el Alpecin-Deceuninck, ed.). Nunca se fue. Esos corredores también están ahora vinculados a un fabricante de bicicletas (Canyon, ed.) a través de un contrato".

Lefevere también aportó algunas ideas sobre lo que es un modelo de negocio menos habitual en este deporte, pero que gana cada vez más adeptos entre algunos atletas. "En ese equipo, el fabricante es el que más paga, creo. Pagan parte del contrato de los corredores. Eso me molesta, porque entonces tienen demasiado poder sobre el corredor. Por otro lado, ayuda, por supuesto".

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