Para Mads Pedersen, el entrenamiento en altitud es la peor experiencia de su vida: "No lo haré, aunque lo diga mi entrenador"

Mads Pedersen debe ser considerado uno de los corredores más impresionantes del pelotón actual. Siempre competitivo, ya sea en las Clásicas, en los sprints de las Grandes Vueltas o en los Campeonatos.

Con su equipo Lidl-Trek en busca de un mayor desarrollo, ya que los nuevos patrocinadores aportan un mayor presupuesto, algunos fichajes de renombre y mayores expectativas, se ha planeado un campo de entrenamiento en altitud para obtener el máximo desarrollo posible de sus corredores. Sin embargo, uno de los que no participará es la superestrella danesa Mads Pedersen, de quien cabe decir que no es un fanático de la altitud.

"Lo odio, joder. No, no lo haré, aunque lo diga mi entrenador. ¿Y si con eso puedo ganar un dos o un tres por ciento? Me importa una mierda", dice el seis veces ganador de una etapa del Grand Tour en conversación con In de Leiderstrui. "Lo intenté una vez, en algún lugar de Francia, y fue la peor experiencia de mi vida", aclara. 

¿Qué salió tan mal en Francia que Pedersen ha quedado marcado de por vida? "No quiero sentarme en la cima de una montaña durante tres semanas y no ver a mi familia. Y luego correr, lo que significa que no los verás hasta dentro de cuatro semanas. Son dos meses en total, soy demasiado padre de familia para sacrificar eso", responde el corredor de 28 años. "Llevar a la familia a las alturas no es una opción. Allí trabajas doce horas al día, eso no es para ellos. Es mejor estar en casa, donde tienen una vida. Prefiero completar mis campos de entrenamiento en Mallorca, al sol, pero no en la cima de una montaña".