Pocos temas han causado más repercusión en el mundo del ciclismo que el caso de
doping de
Oier Lazkano. El vasco ha sido suspendido provisionalmente por la UCI por anomalías en su pasaporte biológico. Para el antiguo director deportivo,
Brian Holm, el caso es bastante evidente.
Las repercusiones de la suspensión de Oier Lazkano continúan extendiéndose por todo el deporte, y el ex director deportivo de Quick-Step, Brian Holm, sugiere que las señales de advertencia eran visibles mucho antes de que los resultados del pasaporte biológico del corredor desencadenaran la acción de la UCI y su despido de Red Bull - BORA - hansgrohe.
Holm, en declaraciones recogidas por
Feltet, argumentó que el rápido ascenso de Lazkano siempre justificó un escrutinio, y se mostró sorprendido de que sus antiguos empleadores no actuaran antes de que interviniera el organismo rector.
"Oier Lazkano salió de la nada, de repente podía hacer un poco de todo. Por supuesto, puede haber razones naturales. Pero si hubiera que trazar un perfil de alguien sospechoso, probablemente sería él. Puede correr las clásicas y escalar, y yo pienso: '¿De dónde demonios ha salido?".
Lazkano, que desde entonces ha emitido un comunicado en el que protesta por su inocencia, fue suspendido después de que repetidos análisis arrojaran valores sospechosos. Red Bull - BORA - hansgrohe rescindió su contrato tras el anuncio, y el caso también se refleja en su anterior equipo, Movistar Team, donde sus grandes actuaciones llamaron la atención por primera vez.
Holm insistió en que el caso no debe verse como un paso atrás para el ciclismo, sino todo lo contrario: la prueba de que los sistemas de supervisión siguen funcionando. "Volverán otra vez. Este no es ni el primero ni el último que veremos. Por supuesto que pillarán a algunos. Habría que ser ingenuo para pensar que no lo harán".
Lazkano asombró en el Dauphiné 2024, pero ahora hay una mancha. @Sirotti
Lejos de condenar el estado actual del deporte, Holm enmarcó la detección como un signo de madurez en un entorno que aún se está curando: "Algunos dirán que el deporte está peor. Yo diría que está mejor, porque alguien reacciona".
La vigilancia de los equipos, en tela de juicio
Aunque Holm no llegó a acusar a Movistar Team ni a Red Bull - BORA de negligencia, sí cuestionó cómo un corredor que mostraba una progresión tan pronunciada pudo pasar los controles internos sin banderas. "Me sorprende que los médicos del equipo no estuvieran más alerta".
Holm recuerda una anécdota de su época en HTC-Columbia: "Cuando estaba en HTC, teníamos a (Serhiy) Honchar. Nuestro médico vio que algo parecía extraño, que de repente podía correr tan rápido. Revisaron todos sus valores sanguíneos y acabó siendo dado de alta. Aunque no pudimos demostrar nada. Acabamos en los tribunales, pero ganó el equipo".
Aún así, Holm reconoció la dificultad de sacar conclusiones firmes sin los datos biológicos que revisó la UCI: "Es imposible decirlo cuando no tenemos los valores sanguíneos. No soy un experto y no sé cómo de grandes fueron las fluctuaciones. Pero no me imagino a nadie encubriendo nada hoy... No creo que nadie esté haciendo la vista gorda. Más bien lo contrario".
Para Holm, el caso de Lazkano no es tanto un giro dramático como un recordatorio de que seguirán apareciendo casos atípicos y que el escrutinio sigue siendo esencial.
"Si alguien iba a ser capturado, no me sorprendió que fuera él, sin que pudiera decir por qué", concluyó.
Mientras continúa el proceso de la UCI y Lazkano impugna las acusaciones, el episodio refuerza una verdad incómoda en un deporte que aún está reconstruyendo su credibilidad: la confianza se gana lentamente, y la vigilancia sigue siendo un requisito permanente.