"No se me ocurre otro nombre que Tadej Pogacar": Un histórico ciclista tiene claro favorito para el Mundial de Ruanda

El ex campeón del mundo de contrarreloj, Tom Dumoulin, ha completado su reconocimiento del recorrido del Mundial de ruta de 2025 en Kigali, Ruanda, y su conclusión no deja lugar a dudas: todo en el trazado parece diseñado para un hombre, Tadej Pogacar.

Después de recorrer con detenimiento tanto el circuito local como las subidas clave, incluido el célebre y temible Muur van Kigali, el neerlandés aseguró que el esloveno parte como máximo favorito para conquistar de nuevo el maillot arcoíris.

“Los últimos tres o cuatro kilómetros son prácticamente todos cuesta arriba”, explicó Dumoulin en declaraciones a Wielerflits tras terminar el reconocimiento. “Es una carrera hecha para escaladores. Aquí ganará, sin ninguna duda, el mejor corredor. Y, sinceramente, no se me ocurre otro nombre que no sea el de Tadej Pogacar”.

Dumoulin, que ya sabe lo que es rozar la gloria en esta cita, fue cuarto en los Mundiales de 2018, describió el recorrido ruandés con palabras muy claras: lo considera uno de los más duros e intransigentes que ha visto jamás.

“Es brutal: subida tras subida tras subida. Apenas hay un instante en el que puedas recuperar el aliento. Los descensos, además, son rectos y rapidísimos, lo que significa que bajas enseguida y te encuentras de inmediato con la siguiente rampa”, detalló.

La carrera masculina en ruta estará marcada por la repetición: el pelotón deberá completar 15 vueltas a un circuito de 20 kilómetros, en el que se suceden rampas exigentes sobre un asfalto en su mayoría impecable.

La excepción, y uno de los puntos decisivos, será la Côte de Kimihurura (1,3 km al 6,3%), que aparece justo antes de la llegada y que, según Dumoulin, puede romper la prueba en pedazos: “Esa subida desatará el caos, sin ninguna duda. Y como si no fuera suficiente, el último kilómetro hasta la meta también es en ascenso. Aquí no habrá dónde esconderse”.

El trazado, además del circuito urbano, incluye un momento clave a mitad de la carrera, cuando el pelotón deberá afrontar dos ascensiones míticas de Kigali: el Monte Kigali (5,9 km al 6,9%) y el legendario Muur van Kigali (0,4 km al 11%), con sus exigentes adoquines.

Dumoulin afrontó esta última subida en compañía de Bram Tankink y Simon Geschke, y la dureza del muro quedó evidenciada en un episodio curioso: Tankink sufrió una espectacular rotura de cadena en pleno ascenso sobre los empedrados.

“Esa subida es durísima”, reconoció Dumoulin tras vivir la experiencia. “Por suerte, sólo la afrontarán una vez. Aunque, sinceramente, pienso que habría sido todavía mejor si la hubieran colocado más adelante, hacia el final de la carrera. Aun así, no hay duda de que será un punto decisivo y espectacular”.

Para el neerlandés, la combinación de altitud, repetición constante de subidas y la presencia de adoquines estratégicos convierte el Mundial de Kigali en una prueba pensada para dejar en evidencia cualquier debilidad física o mental. “El mejor corredor ganará”, insistió una y otra vez. Y para él, la respuesta es obvia: ese corredor será Pogacar.

El ciclista esloveno llega a este Mundial con un palmarés que impresiona: vigente campeón del mundo en ruta, cuatro veces ganador del Tour de Francia y medallista de bronce olímpico. Además, en 2025 ha mostrado una forma imponente durante toda la temporada, lo que refuerza aún más su condición de gran candidato.

Para Dumoulin, Kigali no hace más que reforzar la narrativa de un destino que parece escrito: el recorrido ruandés es el escenario perfecto para que Pogacar vuelva a vestirse de arcoíris y añada un segundo maillot mundial a su ya extenso palmarés.