"No nos caemos más que los chicos, el ciclismo femenino es igual de intenso y competitivo": Mavi García

Mavi García consiguió ganar a los 41 años una etapa del pasado Tour de Francia Femenino demostrando que se puede seguir siendo competitivo en el deporte de élite pese al paso de los años. La ciclista del Liv AlUla Jayco consiguió el mayor éxito de su carrera probablemente cuando nadie lo esperaba.

Tras poner punto final a esta edición de la carrera francesa, la balear hace balance en una entrevista de lo vivido en una completa entrevista de Alba Calzado en Marca. "Tengo una sensación muy buena, es algo que no había pensado que podía pasar. Siempre vas en busca de eso, y en especial en este Tour con el equipo habíamos acordado que no haría la clasificación general y que intentaríamos ir a ganar una etapa. Hacer un top 5 o un top 10 en una general es muy buen resultado, pero ganar una etapa es algo que se queda para siempre."

Reconoce que antes de lograrlo no creía que estuviera a su alcance. "La verdad es que no, no suelo creer demasiado en que puede pasar. Sé lo difícil que es, las veces que lo he intentado. El año pasado sí que fue un año bueno, estuve en muy buena forma, pero el anterior me pasaron muchas cosas, tuve mononucleosis, toxoplasmosis, un poco de todo, y lo pasé bastante mal. Hacía tiempo que no sentía lo que he sentido en este momento."

La victoria llegó justo después de un inicio complicado, marcado por una caída en la primera etapa. "Es que yo en la primera me encontraba superbién, creo que también habría podido hacer un muy buen resultado, pero por mala suerte me pilló una caída. El coche del equipo no llegaba, perdí cinco minutos, además me dieron una bici que no era la mía. Acabé bastante disgustada la primera etapa, y eso al final me dio un poco más de fuerza y de rabia para el día siguiente, sabiendo las piernas que tenía el primer día. Era un bonito día para mí y una etapa que me venía bien para mis condiciones."

En el debate sobre la seguridad, Mavi no comparte la idea de que el ciclismo femenino sufra más caídas que el masculino. "Yo sinceramente no lo creo. Yo me empapo bien de ciclismo masculino y cada dos por tres hay caídas. Es algo que es inevitable en el ciclismo. Aparte, cada vez vamos más rápido, tanto en chicos como en chicas. Hay mucha gente joven que arriesga más de lo que se debería. Ahora también están poniendo bastante remedio a las cosas que pueden ser peligrosas, tanto la UCI como la CPA, pero es muy difícil. Al final es ciclismo y todos sabemos lo que hay, pero sinceramente no creo que nos caigamos más que los chicos."

Recuerda con intensidad los momentos previos a cruzar la meta en aquella segunda etapa. "Yo hasta ahora no había visto la etapa, sólo había visto los vídeos del final y lo había vivido en primera persona, que lo ves diferente. Ya hemos estado viendo toda la etapa y me ponía nerviosa aun sabiendo ya lo que había pasado. Hablaba con mi chico, que también es mi entrenador, y él me estaba explicando, pero no podía mirar. La verdad es que tuve bastante determinación en hacer ese ataque, no es lo mismo cuando no sientes que tienes esa fuerza, pero yo ese día sentía que no aflojaba. Otras veces he intentado atacar, pero en el último tramo vas bajando tu potencia, pero este día no. De hecho, suelo mirar muchísimo para atrás, y esta vez sólo miré las veces justas para controlar dónde estaba. Realmente, cuando estaba llegando no creía que estuviera llegando, pensaba que me iban a coger, pero decidí no parar, no mirar más atrás y seguir. Cuando eché la vista atrás, que quedaban 20 metros para pasar la meta, en ese momento fui consciente de que ya estaba hecho y no me lo podía creer."

El movimiento decisivo llegó a 11 kilómetros del final, y no formaba parte del plan inicial. "El plan era que la compañera intentara hacer el QOM [clasificación de la montaña]. Ella se escapó con [Elise] Chabbey, que era la chica que llevaba el maillot, y luego que otra del equipo intentara atacar a por la etapa. Yo sabía que para mí era una etapa buena, pero quise respetar a mi compañera que estaba delante, porque tenía una posibilidad estando delante. Pero fue cogerlas a ellas y tener claro que iba a hacerlo, que en el momento que las cogiéramos iba a atacar."

La dimensión histórica del triunfo no le pasó por la cabeza en aquel instante. "Eso no se me pasaba ni por la cabeza, al final sólo estás pensando en ese momento, en la felicidad que tienes y en nada más. Hasta que no llegas a casa no ves un poco todo lo que es. Me decían: ‘Es que no te vas a dar cuenta hasta que no pase un poco de tiempo’, porque al final tú estás ahí en una burbuja."

En los días posteriores, pudo disfrutar de la carrera de una forma distinta a la habitual. "Me he sentido muy bien. Me han hecho trabajar un poco para otra chica de mi equipo y la general pasó a un segundo plano, entonces me lo tomé para disfrutar. El día de la Madeleine [octava etapa] ayudé hasta la subida y luego subí tranquila para poder intentar al día siguiente la etapa, que luego fue muy complicado. Nunca había vivido el ciclismo desde ese lado, porque siempre voy sufriendo y a mi máximo, porque suelo ir como líder para la clasificación general, y disfruté como nunca, con la gente, con el público, fue una pasada."

Y es que, para Mavi García, el Tour de Francia tiene un magnetismo único. "Es todo, desde que empieza hasta que termina, no hay ninguna carrera que sea así. Yo nunca he visto tanta gente en mi vida. Es que parece que pagan a la gente para que esté allí. Es una sensación que dices: ‘¿Toda esta gente viene aquí para vernos?’. Porque es además durante gran parte de la carrera, y son muchos los kilómetros que hacemos. No te sabría decir, es como un espectáculo. Y también tiene mucha visibilidad, al final todo el mundo quiere hacerlo bien ahí, por eso supongo que tiene tanta importancia, porque todas se preparan para eso, y ahí están las mejores del mundo con todo."