"No estaba preparado para dejar el ciclismo": Un danés de 27 años se busca la vida en un equipo chino

El danés Alexander Salby cerrará la temporada 2025 con una sonrisa difícil de borrar. A sus 27 años, el corredor de Aarhus ha firmado nueve victorias profesionales, multiplicando por cinco su palmarés anterior y relanzando una carrera que, hace apenas un año, parecía haber llegado a un punto muerto.

Su nombre quizá no figure aún entre los grandes velocistas del pelotón, pero su historia es una de las más singulares —y reveladoras— del ciclismo actual.

Tras varios años de progresión constante en equipos modestos, Salby consiguió en 2023 su primer contrato profesional con Bingoal WB. Mostró destellos de velocidad y determinación, ganando una etapa en la Tropicale Amissa Bongo (2.1) y otra en el ZLM Tour neerlandés. Sin embargo, al final de la temporada, el equipo decidió no renovarle.

De pronto, el corredor se encontró sin equipo ni perspectivas. “No fue fácil encontrar un contrato profesional en Europa”, recuerda Salby en Global Peloton. “Todo lo que no es un contrato profesional en Europa, es difícil encontrar dinero decente donde realmente puedas ganarte la vida”.

El destino cambió en el Tour del Lago Qinghai, donde conoció a representantes del Li Ning Star, uno de los equipos continentales chinos más potentes. “Allí conocí a algunos de los corredores, tuve una buena charla con ellos y uno se puso en contacto conmigo más adelante en la temporada para preguntarme si estaba disponible e interesado en venir a China”, relata.

El contacto derivó en conversaciones con el director deportivo Zhe Sun, y poco después, en una oferta formal. “Me ofrecieron una alternativa real para continuar mi carrera, en lugar de tener que volver a estudiar o buscar un trabajo a tiempo completo”, explica.

El Li Ning Star, considerado uno de los conjuntos más fuertes del continente asiático, armó un bloque sólido en torno al danés, con ciclistas experimentados como Simon Pellaud, Luke Mudgway, Josh Kench, y corredores de nivel continental como Cristian Raileanu, Aliaksei Shnyrko o Raman Tsishkou.

El resultado: una temporada de ensueño. Salby dominó numerosos sprints, acumulando triunfos en Asia y demostrando una superioridad que a menudo se traducía en victorias con varios metros de ventaja. “Nos tratan muy bien, tenemos un buen programa, buenos patrocinadores y buenas bicicletas. En casi todo, corremos como un equipo profesional”, afirma satisfecho.

El propio Salby reconoce que aceptar la oportunidad asiática fue tanto una necesidad como una convicción. “En realidad no estaba preparado para dejar el ciclismo... Sentía que tenía que demostrar que aún me quedaba algo”, confiesa.

A pesar de las incertidumbres, el salto le permitió redescubrir su motivación. “Ya no soy joven, así que también tengo gastos que cubrir. Como velocista, vi opciones de ganar muchas carreras en este escenario y pensé que era una buena opción. Además, puede ser una puerta para volver al nivel profesional”.

Aunque valora la experiencia en Asia, Salby tiene claro que su ambición sigue apuntando a Europa. “No creo que si corres allí el resto de tu carrera sea fácil volver, pero una temporada o dos, sí puede ser una opción viable si consigues buenos resultados”. Y esos resultados ya están sobre la mesa. Su éxito no ha pasado desapercibido, y su nombre empieza a circular en los rumores de fichajes.

El Li Ning Star ha confirmado la llegada de refuerzos de peso para 2026, incluyendo al sprinter australiano Cameron Scott (ex Bahrain–Victorious). Además, el fichaje del escalador argentino Eduardo Sepúlveda, con más de una década de experiencia profesional, ha sido insinuado por el periodista Daniel Benson.

En este contexto, la incógnita es si Salby seguirá siendo parte del proyecto. Según varias fuentes, podría continuar un año más en Li Ning, salvo que un equipo europeo haga una oferta sólida.