Se esperaba que
Mathieu van der Poel sufriese y perdiese el maillot amarillo en el Muro de Bretaña y así ha sido. La superestrella neerlandesa de 30 años cruzó la línea de meta en 22ª posición, a 1:20 del ganador del día Tadej Pogacar. Con este resultado, ha bajado al quinto puesto en la clasificación general, siendo superado por el propio esloveno, Remco Evenepoel, Kévin Vauquelin y Jonas Vingegaard.
Tras la llegada, el corredor del
Alpecin-Deceuninck explicaba a NOS sus sensaciones durante el día: "Para poder estar con los mejores en una llegada de este tipo, necesito estar en mi mejor condición física. Ya sabía desde antes de la etapa que hoy no era ese día."
Reveló no haberse sentido lo mejor posible en todo momento y desveló el instante en el que supo que no podría defender el liderato: "Durante la primera subida al Mûr-de-Bretagne, aún no me había quedado cortado del todo, pero podía sentir que no tardaría en pasar. Sabía que la segunda ascensión sería aún más exigente. Fui realista y comprendí que hoy perdería el maillot amarillo."
Con un tono irónico, habló sobre la recuperación de los habituados a las carreras de tres semanas: "A veces me pregunto cómo hacen algunos corredores para recuperarse tan bien. Personalmente, me siento más cómodo centrado en las clásicas, una especialidad que se adapta mejor a mis características. De todos modos, he disfrutado mucho este último día vistiendo el maillot amarillo. Quizás incluso más que al principio, precisamente porque era consciente de que era probable que lo perdiera."
Por último, a pesar de la decepción por no haber podido estar ni siquiera en la pelea por ganar la etapa, se mostró extremadamente feliz por una particular razón: "Volver al Mûr-de-Bretagne, el lugar donde gané en 2021 y me vestí de amarillo por primera vez, ha sido muy especial para mí."