Primoz Roglic se está tomando con mucha tranquilidad el inicio del
Tour de Francia. Llega muy corto de forma tras su caída en el Giro de Italia y no tiene prisa por rendir a tope. Sabe que su momento, de llegar, lo hará en la tercera semana.
"Sería fantástico volver a París", declaró Roglic a ITVCycling. "Ha sido difícil llegar hasta aquí con este inicio. Si tuviera que describirlo, diría que estos primeros días han sido como rodar con una sola pierna. Estoy teniendo que escarbar muy hondo para superarlo".
Pese a su discreción, su entorno no lo interpreta como falta de ambición. Según Luke Plapp, del equipo Jayco AlUla, Roglic simplemente no está interesado en el ruido mediático que rodea al Tour.
"Roglic me lo ha dicho dos veces: que no le importa. Y es totalmente cierto", comentó Plapp en el pódcast Stanley St. Social. "Cuando me lo dijo, le pregunté a Laurence Pithie si creía que Roglic me estaba tomando el pelo. No te pagan 4,5 millones al año para decirle a la prensa que todo te da igual, ¿no? Pero realmente no le importa; no le interesa. Cuando Jonas o Pogiat atacan, ni se inmuta; va a lo suyo".
Es un contraste llamativo respecto al Roglic impulsivo y agresivo que solía dominar las carreras de una semana y enfrentarse cara a cara con los mejores escaladores del mundo. Ahora, con 35 años —y camino de los 36 a finales de este año—, parece estar redefiniendo lo que este Tour representa para él.
"Siempre digo que quiero ganar, pero esta vez las diferencias de tiempo no me preocupan. Intento darlo todo cada día, y ya veremos adónde nos lleva", explicó.
Está por verse si se trata del ocaso de su carrera o simplemente de un reinicio pragmático tras una primavera extenuante. Pero, por ahora, Roglic parece conforme con marcar su propio ritmo, al margen de lo que ocurra a su alrededor en la carrera.