Aunque el
Lotto-Dstny es conocido por su enfoque tradicional en sprints y clásicas, este año también ha estado destacando en terrenos más montañosos. Gran parte de este éxito se debe a dos jóvenes talentos: Lennert Van Eetvelt y
Maxim Van Gils. Recientemente, Van Gils compartió sus ambiciones de cara a la
Strade Bianche en una entrevista con In de Leiderstrui.
"Creo que la Strade Bianche es una carrera muy bonita, aunque hay que tener un poco de suerte con los pinchazos u otro tipo de mala suerte. Normalmente no disfruto mucho explorando una carrera, pero el jueves me lo pasé muy bien. Un recorrido muy bonito, y en carrera siempre es una carrera abierta, desde lejos".
"Todavía no he competido en una carrera de más de 200 kilómetros este año, pero siempre he sido bastante bueno en las dos últimas temporadas. Creo que es bueno que esta carrera se haya hecho un poco más larga, porque sólo he sido bueno en carreras como Milán-San Remo, Lieja y Lombardía. Siempre tengo que calentar un poco al principio y necesito entre una hora y media y dos horas para tener realmente todas las fuerzas. Debería estar despierto para el Monte Sante Marie, sí".
Según el belga, la vuelta extra en la final no fue la mejor decisión de los organizadores. "No es realmente un añadido, habrían hecho mejor añadiendo quince kilómetros en algún punto del principio. Hubiera preferido mantener el final como estaba, esa vuelta no añade realmente valor. No obstante, habrá carreras duras y dolerán".