"Las victorias de etapa en Siena y París marcaron mi año": Wout van Aert repasa su irregular temporada 2025

La Super 8 Classic de Bélgica marcó el final de la temporada de Wout van Aert, que no pudo entrar en la lucha directa por la victoria en el sprint final. El protagonismo en la recta de meta recayó en su compatriota Arnaud De Lie (Lotto), que prolongó su racha triunfal en este mes de septiembre imponiéndose con autoridad sobre Matthew Brennan (Team Visma - Lease a Bike) y Jordi Meeus (Red Bull - BORA - hansgrohe).

Para Van Aert, que estuvo implicado en los movimientos clave de la jornada junto a Brennan y a su compañero Christophe Laporte, el desenlace de la prueba significó el último capítulo de una temporada marcada por luces y sombras, con momentos de gloria y también con decepciones.

El Team Visma | Lease a Bike buscó tomar la iniciativa desde lejos. A falta de 80 kilómetros para la meta, el conjunto neerlandés abrió la carrera con un movimiento ofensivo que consiguió fracturar el pelotón y situar a tres de sus corredores en el grupo delantero. Durante unos instantes, el plan parecía estar bajo control.

Sin embargo, la estrategia se desmoronó con el abandono de Christophe Laporte, que obligó a Van Aert y a Brennan a multiplicarse para contener los ataques en la fase decisiva. El propio Van Aert explicó la situación tras la carrera: “Con una versión ligeramente mejor de mí mismo y de mis compañeros de equipo, podríamos haber jugado un poco más. Esperábamos aplazar un poco la tarjeta Brennan. Pero la decisión se tomó rápidamente”.

Aun así, el belga reconoció haber disfrutado de la experiencia de mantener viva la lucha: “Las cosas me iban mejor que durante las carreras de Canadá, pero no confiaba en que si me ponía delante con alguien, sería capaz de terminarla. Realmente disfruté intentando mantener las cosas juntas”.

La Super 8 Classic supuso también un momento de balance para Van Aert, que repasó un año marcado por la irregularidad. El belga destacó como puntos culminantes las victorias de etapa en Siena y en París, aunque no ocultó la sensación de haber dejado escapar otras oportunidades importantes:

“Las victorias de etapa en Siena y París marcaron mi año. También hubo algunos momentos de bajón, en los que perdí oportunidades. Ahora es tiempo de vacaciones. Pero sin bici. En casa estarán contentos. Ahora puedo ser padre de verdad”.

Mientras Van Aert reflexionaba, la carrera encontró su desenlace en el sprint final. El equipo Tudor intentó lanzar a Matteo Trentin, pero el italiano se vio superado en los metros decisivos por un Arnaud De Lie en estado de gracia, que conquistó su segunda gran victoria en apenas una semana.

Por su parte, Matthew Brennan se quedó con la segunda posición, aunque se mostró satisfecho tanto con su desempeño personal como con el apoyo recibido dentro del equipo: “En el último kilómetro no había ningún control. Intenté seguir a Arnaud, porque sabía que era el sprinter más fuerte del grupo. Desgraciadamente, no me quedaban fuerzas para pasarle al final. Es el justo vencedor”.

El joven corredor británico también quiso rendir homenaje al trabajo de sus compañeros, con mención especial a Van Aert: “Me gusta correr en las clásicas flamencas. El equipo ha trabajado de maravilla todo el día, y en la final Wout me ha apoyado fantásticamente. Es especial que corredores tan grandes crean en mí. Sin su ayuda, probablemente no habría subido al podio hoy”.