Es justo decir que la
Amstel Gold Race no fue como esperaba el
Jumbo-Visma. Sólo tres corredores terminaron, siendo
Tiesj Benoot el mejor situado en 15ª posición, a más de tres minutos del ganador final, Tadej Pogacar.
Sam Oomen admite que las cosas no tardaron en ir cuesta abajo.
"Pintaba bien por un momento, pero luego no fue así. Habíamos previsto el escenario en el que Pogacar ataca y también tuvimos en cuenta que se destacaría", revela Oomen en una entrevista posterior a la carrera con In de Leiderstrui. "Así que teníamos el plan de endurecer la carrera a mitad de camino, para irnos antes".
Durante un tiempo, el pelotón perseguidor consiguió mantener al grupo delantero, que incluía a Tadej Pogacar y Tom Pidcock, a unos 30 segundos. El Jumbo-Visma fue uno de los muchos equipos que quemaron domestiques dejando a sus líderes obligados a hacer el trabajo. "Con Tosh Van Der Sande la cosa pintaba muy bien durante un tiempo, pero luego fue cuesta abajo muy rápidamente", se lamenta Oomen.
"Cuando de repente perdimos el rumbo, tuvimos que empezar a tirar bastante pronto, por supuesto, pero entonces... de repente estaba muy resbaladizo", continúa Oomen, refiriéndose a una gran caída que interrumpió el pelotón y vio a corredores de la talla de Neilson Powless y Attila Valter, del Jumbo-Visma, caer con fuerza. "En una clásica como ésta se paga cada esfuerzo. Es cierto que después también se hizo difícil porque estábamos detrás de esa caída".