El recientemente presentado recorrido del Tour de Francia 2026 ha generado un intenso debate en el mundo del ciclismo, pero pocas opiniones pesan tanto como las del ganador del Tour de 2011,
Cadel Evans, y su compatriota australiano Stuart O’Grady.
Ambos coinciden en que la próxima edición será una carrera despiadada, capaz de abrir enormes diferencias entre los principales aspirantes al título, y apuntan a un claro beneficiado:
Tadej Pogacar. “El Tour no está hecho para perros”, advirtió Evans. “Las diferencias de tiempo serán abismales; quizá Remco Evenepoel también esté en la pelea”.
En declaraciones a la
Canadian Cycling Magazine tras la presentación oficial del trazado, Evans subrayó que la edición de 2026 requerirá una entrega total desde el primer minuto.
“Desde la contrarreloj por equipos inicial, los aspirantes a la general tendrán que dar lo mejor de sí mismos inmediatamente”, explicó. “La primera semana será durísima, y el tramo final, brutal, con dos llegadas en Alpe d’Huez, algo muy poco habitual. Será complicado controlar el liderato, y aún más defenderlo”.
El australiano, que conoce como pocos los márgenes que deciden un Tour, cree que los momentos decisivos llegarán en el bloque final de montaña.
“La última etapa cuenta con 5.600 metros de desnivel positivo, probablemente la jornada de montaña más dura que se recuerde. Cuando el recorrido es así de exigente, los que estén en cabeza seguirán volando, y los demás se convertirán en zombis sobre la bici. No perderán dos o tres minutos… perderán quince”.
Un Grand Départ espectacular, un infierno después
Evans alabó el Grand Départ de Barcelona, calificándolo de “espectacular”, aunque advirtió de que lo que vendrá después distará mucho de ser idílico.
Señaló la Etapa 6 hacia Gavarnie-Gèdre y la Etapa 14 a Le Markstein Fellering como especialmente exigentes, antes de destacar la Etapa 20 con final en Alpe d’Huez como “la más decisiva”.
“Será un día brutal, en un terreno que me toca muy de cerca”, apuntó.
Por su parte, O’Grady —dos veces ganador de etapa en el Tour y vencedor de la París-Roubaix 2007— coincidió plenamente con el análisis de su compatriota.
“Es una edición explosiva desde el primer día. No puedes esconderte, hay que pelear desde Barcelona hasta París”, afirmó. “Subir dos veces el Alpe d’Huez puede destrozar las piernas y decidir el Tour”.
Ambos también reflexionaron sobre la polémica decisión de emplear cronometrajes individuales en la contrarreloj por equipos inaugural, el mismo formato utilizado este año en la París-Niza.
“Desvirtúa un poco el espíritu clásico de la contrarreloj por equipos, aunque en cierto modo es más justo”, opinó Evans. O’Grady, en cambio, se mostró más conciliador: “Siempre he tenido debilidad por las TTT, pero esta será diferente, sin duda”.
Cadel Evans, ganador del Tour de Francia en 2011
El tono de las declaraciones de Evans deja pocas dudas sobre quién cree que prosperará en un recorrido tan exigente.
Tadej Pogacar, cuatro veces campeón del Tour y actual campeón del mundo en ruta, ha cimentado su leyenda en pruebas que premian la constancia y castigan la indecisión: exactamente lo que demanda este recorrido.
Como resumió el propio Evans: “No se puede hacer un Tour a prueba de perros”.
Y todo apunta a que la edición de 2026, con su agresividad desde el inicio, sus ascensiones interminables y una colosal etapa final de montaña, confirmará esa máxima y volverá a dejar al resto del pelotón persiguiendo la sombra del esloveno.