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UCI lleva años librando una guerra contra el Tramadol. El fármaco, un analgésico opioide, se había considerado prohibido en el contexto de las actividades competitivas organizadas por la UCI desde 2019, lo que les convirtió en una especie de pioneros, dado que la sustancia en cuestión pasará a formar parte de la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje solo a partir del 1 de enero.
La guerra en cuestión parece haber dado sus frutos: Aigle informa de que el uso de Tramadol en los distintos grupos ya ha desaparecido. "El porcentaje de uso de Tramadol en el ciclismo ha caído de entre el 4 y el 6 por ciento en el periodo anterior a 2019, a una cifra de entre el 0,2 y el 0,5 por ciento tras esa fecha", presume la UCI de su éxito.
"Hay que recordar que el uso de la sustancia en cuestión está prohibido en las competiciones ciclistas desde marzo de 2019 no porque mejore el rendimiento, sino por razones médicas, ya que el Tramadol provoca somnolencia y dependencia."
Además, la UCI anuncia que "desde 2019 hasta hoy hemos realizado aproximadamente 2.200 controles al final de las distintas carreras y en total tres casos de uso, que condujeron a la descalificación de la competición correspondiente y a una sanción económica." Se trata de
Alex Baudin (Giro de Italia 2023),
Nairo Quintana (Tour de Francia 2022) y Mykhaylo Kononenko (Mundial 2022).