La
Vuelta a España 2025 no vivió un cambio de líder en la etapa 7 de la carrera. La victoria de Juan Ayuso desde la fuga fue la noticia del día, pero también la inactividad de
Jonas Vingegaard y Visma. Como resultado,
Torstein Traeen pudo retener el maillot rojo con más de 2 minutos de ventaja sobre el danés y Joao Almeida.
La falta de agresividad de Visma - Lease a Bike en la subida final fue sorprendente. De hecho, Joao Almeida
se mostró descontento con la actitud del propio Jonas Vingegaard. Cuando el portugués atacó, la oportunidad era de oro para que él, Vingegaard y Giulio Ciccone se marcharan. Pero no fue así.
"No sé si fue el maillot de líder o la presión a la que me sometí [lo que me dio alas]",
dijo Traeen en su entrevista posterior a la etapa. "Estaba muy agradecido a todos los chicos por haber tirado todo el día. El pensamiento inmediato fue claro: '¡Ahora tengo que conservar el maillot!'".
En la primera parte de la etapa, el Bahrain Victorious asumió la responsabilidad, a pesar de que la escapada no contenía ninguna amenaza inmediata para la general. Su ritmo constante en el Port del Cantó y el Puerto de la Creu de Perves ayudó a evitar el caos en el pelotón y aseguró que Traeen estuviera bien protegido en todo momento.
"Estoy muy agradecido por tener unos compañeros de equipo tan buenos, para ser sincero. Les pedí que tiraran, el director deportivo se lo pidió, y estoy agradecido de que todos estuvieran realmente contentos de hacerlo", añadió el líder de la Vuelta a España.
Jonas Vingegaard no atacó a Torstein Traeen en la etapa 7 de La Vuelta
El brutal esfuerzo de Bahrain Victorious
Entre esos compañeros estaba Jack Haig, que a pesar de las preocupaciones por su lesión al principio de la carrera, desempeñó un papel clave para mantener el maillot al alcance de la mano:
"Jack dijo en el autobús: 'No hay muchas veces en tu vida en las que puedas tirar realmente por un tipo que lleva el maillot de líder'. Aunque Jack no está teniendo su mejor Vuelta, hoy iba como una moto, cuesta arriba y cuesta abajo. Y el resto de los chicos empujaban como él".
Los principales movimientos de la general se produjeron en la subida final a Cerler. Joao Almeida aceleró a falta de unos 3 km, distanciando momentáneamente a Traeen y poniendo a prueba las piernas del resto de los contendientes. Sin embargo, Giulio Ciccone y Jonas Vingegaard se apresuraron a seguirle y el grupo volvió a unirse antes de la cima.
A pesar de la presión, Traeen se mantuvo firme, cruzó la meta con sus principales rivales y mantuvo su liderato en la general: "Si mañana también tengo el maillot rojo, estaré contento", concluyó, una respuesta típicamente discreta de un corredor que sigue dejando que su regularidad hable por sí sola.