No hubo finalmente triplete histórico para
Arnaud Démare en la París - Tours. El velocista francés vio cómo su racha de victorias en la carrera que se disputa en las polvorientas carreteras de la campiña francesa llegaba a su fin este pasado domingo.
El corredor del Arkéa-Samsic consiguió el 8º puesto en el esprint en un pelotón que llegó nueve segundos tarde para la victoria detrás del grupo de cinco que vio a un campeón inesperado en Riley Sheehan.
"Es el final de mi temporada, con un descanso que será bueno. Fue un año bastante difícil moralmente. Tuve suerte de tener este rebote en agosto para poder expresarme en estos últimos meses, lo que conseguí hacer. Estoy orgulloso de haber tenido estos recursos para recuperarme. Me voy tranquilo a descansar y volver a tener una buena base. El año que viene quiero muchas cosas, pero sobre todo victorias".