Con la batalla por las ganancias marginales cada vez más importante en el pelotón femenino del World Tour, el FDJ-Suez cree que puede tener un arma secreta que le impulse al éxito.
¿El secreto en cuestión? Una cabina blanca, transportada de un escenario a otro, siguiendo al equipo de un lado a otro. Dentro de la cabina, una cama, con una superficie acolchada y fluida, con una luz nocturna LED multicolor. Una cámara de hipnosis de última generación donde los pilotos pueden echarse una siesta de una hora, refrescarse y despertarse con un nuevo estado de ánimo más claro.
"Todos los equipos trabajan mucho en la recuperación, así que tenemos que esforzarnos al máximo para aportar nuevas ideas", dice Flavien Soenen, director de rendimiento de FDJ-Suez a Cycling Weekly. "Me incorporé al equipo el año pasado. Es un equipo que está en constante desarrollo, y hemos querido empujar un poco para encontrar soluciones. Todos los equipos evolucionan y no queremos quedarnos atrás. Así que para una carrera por etapas como ésta, nos preguntamos: '¿Qué es lo más importante?".
La cabina es exclusiva del equipo con sede en Francia y creen que les proporciona una ventaja. "La utilizamos para reducir la hiperactividad del cerebro, provocada por cosas como el estrés", explica Eric Lozaïc, director de Cyrorecup. "El mayor beneficio es que mejora el sueño profundo, la parte del ciclo del sueño donde ocurre todo en lo que respecta a la recuperación de los tejidos y la relajación mental. También reduce los niveles de estrés y ayuda a equilibrar el sistema nervioso central".