El
Soudal Quick-Step ya no es la fuerza que llegó a ser antaño en las clásicas de primavera, especialmente sobre los adoquines.
Kasper Asgreen es bien consciente de ello. El danés será uno de los líderes del equipo en la
París-Roubaix del próximo domingo 7 de abril. Sin embargo, el ciclista de 29 años es realista en cuanto a las opciones del Wolfpack.
"Estoy contento de haber ganado a Mathieu una vez, pero eso no significa que vayas a ganar siempre", dijo Asgreen con realismo en una rueda de prensa celebrada en la sala de exposición del patrocinador Safety Jogger el jueves.
"No creo que nuestro papel haya cambiado. No somos los grandes favoritos, seguimos siendo los tapados... Tenemos siete cartas que jugar, los siete corredores de nuestro equipo. Nuestra fuerza es nuestra experiencia, tenemos corredores que han corrido y lo han hecho bien varias veces. Roubaix es una carrera en la que no siempre gana el más fuerte. Se puede llegar lejos en la carrera desde un grupo que sale pronto. Con la experiencia llegas lejos y ves esas oportunidades tácticas".
"Todos los equipos tienen la idea de anticiparse a su ataque, pero el equipo Alpecin fue fuerte en el Tour de Flandes y mantuvo la carrera unida hasta la segunda subida del Oude Kwaremont, y a partir de ahí, Mathieu pudo hacer la carrera que quiso. Si hacen lo mismo el domingo, será muy difícil batirle. Pero difícil de batir no es imposible de batir. Creo que la clave es intentar abrir la carrera pronto y, con suerte, aislarle".