Jay Vine fue tercero en la tercera etapa del
Tour Down Under, por detrás de
Pello Bilbao y
Simon Yates, pero aun así consiguió hacerse con el maillot de líder de la general.
Atribuye este logro a los abnegados esfuerzos de sus compañeros de equipo. "Es el famoso dicho de una famosa serie: Me encanta cuando un plan sale bien", dijo Vine tras la carrera. Y continúa: "No podría haberlo hecho sin el equipo, este maillot de líder se lo debo enteramente a ellos. Lo único que tenía que hacer en esta etapa era empujar en esa última subida".
Iba con Yates y Bilbao, y estaba claro que los tres primeros puestos eran suyos. "Mi radio de ruta no tenía cobertura, así que conduje a toda pastilla hasta la meta. Resultó ser la decisión correcta, porque había un gran grupo detrás de nosotros", dijo Vine.
Es consciente de que el futuro está plagado de incertidumbres y de que, a pesar de que actualmente cuenta con una ventaja de 15 segundos sobre su rival más cercano, Bilbao, un cúmulo de variables como la mala suerte, circunstancias imprevistas o una victoria inesperada de otro ciclista podrían desbaratar sus opciones de éxito. "En esta carrera puede pasar de todo, así que no puedo estar pendiente de un solo contendiente. Todavía puedo tener mala suerte, pero la última etapa del domingo también es dura. Si la juegan como una clásica, tendré un día duro", concluyó el corredor australiano.