Después de la gran actuación de Tadej Pogacar en la etapa 6 del
Tour de Francia para recortar distancias con Jonas Vingegaard en la pelea por el maillot amarillo,
Jasper Philipsen ha conseguido hacerse con la victoria en la 7ª jornada de la Grande Boucle tras un esprint masivo del pelotón, que alcanzó la escapada formada por los franceses Nans Peters y Pierre Latour a 4 kilómetros para el final.
El corredor del
Alpecin-Deceuninck se ha impuesto en el esprint final una vez más para conseguir su tercer triunfo en este Tour de Francia, y ha quedado en lo más alto del podio robándole la gloria a
Mark Cavendish sobre la línea de meta, arrebatándole la oportunidad de batir el récord de victorias de etapa de Eddy Merckx, y a
Biniam Girmay, que ha quedado en tercera posición, completando el podio.
Aunque al principio cuatro corredores se marcharon y formaron una escapada, pronto tres de ellos tuvieron que sentarse, dejando al pobre Simon Guglielmi, del Arkéa Samsic, completamente solo en cabeza.
En el esprint intermedio, Guglielmi se llevó el máximo de puntos. Detrás de él, sin embargo, fue Biniam Girmay quien se mostró más fuerte, ya que la diferencia entre el líder en solitario y el pelotón se redujo a sólo 40 segundos.
Tras el esprint intermedio, Nans Peters y Pierre Latour decidieron atacar desde el pelotón y hacer compañía a Guglielmi. Sin embargo, a falta de unos 40 km, Guglielmi empezó a notar los efectos de haber pasado tanto tiempo a merced del viento. Tras perder la rueda de sus dos compatriotas, fue alcanzado por el pelotón.
A falta de 10 km, el dúo de cabeza mantenía una ventaja de 28 segundos sobre el pelotón y, a falta de 5 km, esa diferencia era de sólo 6 segundos.
Todos los corredores de la general estaban a salvo en la marca de 3,6 km que se había ampliado para la etapa de hoy al ser alcanzada la escapada.
Entonces, todo se centró en el esprint. Mathieu van der Poel lideró a Jasper Philipsen una vez más, pero cuando Mark Cavendish se acercó, el récord histórico de victorias de etapa estaba a su alcance. Sin embargo, Philipsen se convirtió en su rompecorazones con un final brillante.