Jasper Philipsen ha conseguido su 14ª victoria de la temporada este domingo en la clásica
París-Chauny. El corredor del
Alpecin-Deceuninck ahora no tiene mucho plan por delante pero seguirá compitiendo mientras siga en buena forma.
"En cualquier caso, el objetivo es ganar todo lo posible. Luego ya veremos dónde acabamos. Es cierto que poco a poco me voy sintiendo cansado, pero mientras mi condición siga siendo suficiente, continuaré", dijo Philipsen en una entrevista posterior a la carrera. "La Clásica Famenne Ardenne y el Giro Sparkassen Münsterland son las últimas carreras de un día, seguidas de la Vuelta a Turquía. Veremos dónde acabamos. Creo que ya puedo hablar de una gran temporada".
Genial es quizás un eufemismo. Además de su increíble París-Roubaix, en la que logró el segundo puesto sólo por detrás de Mathieu van der Poel, el dúo trabajó junto para prosperar en los esprints durante todo el año. Entre otras, ha conseguido victorias en la Clásica Brujas-La Panne, Scheldeprijs, Tirreno-Adriático, además de 4 victorias de etapa y el maillot verde en el Tour de Francia. Desde aquel inmenso éxito en la Grande Boucle, ya suma cuatro victorias más.
En Francia se enfrentó a una competencia más modesta, pero se encontró con una carrera difícil. "No fue una carrera fácil, con varias subidas en la parte final. Pero sobreviví bien a todo, con varios compañeros de equipo a mi lado", explicó. En el esprint del pelotón se impuso a Jason Tesson y Paul Penhoët. "En el último kilómetro, Ramon Sinkeldam y Lionel Taminiaux me guiaron bien en la última curva, tras la cual pude llegar al esprint".