Jasper Philipsen ha conseguido hacerse con la victoria en la tercera etapa del
Tour de Francia 2023. El ciclista del
Alpecin-Deceuninck, con la asistencia de
Mathieu van der Poel, se ha mostrado como el corredor más fuerte en el esprint final que ha decidido la tercera jornada de la Grande Boucle.
Philipsen se ha impuesto a
Phil Bauhaus, del
Bahrain Victorious, y a
Caleb Ewan, del
Lotto-Dstny, que en el esprint han logrado terminar en 2ª y 3ª posición, respectivamente, para completar el podio de la etapa.
Sólo ha habido dos corredores en la escapada del día de hoy, con la mayoría reservando sus piernas para un día en el que el pelotón no está tan interesado en conseguir la victoria de etapa. Laurent Pichon (Team Arkéa Samsic) y el líder de la clasificación de la Montaña, Neilson Powless (EF Education-EasyPost), eran los hombres de cabeza.
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Euros en premios!) Powless consiguió los máximos puntos en las dos primeras ascensiones sin oposición. A medida que el pelotón se acercaba al esprint intermedio, el nuevo Maillot Verde y ganador de la 2ª etapa, Victor Lafay, atacó por delante del pelotón para intentar alcanzar a los velocistas puros.
Powless fue de nuevo el que se llevó los puntos en las dos siguientes subidas, brindando al público que le adoraba al cruzar la línea en cada una de ellas. Sin embargo, a poco más de 81 km para el final, Powless decidió conservar sus piernas y esperar al pelotón, dejando sólo a Pichon en cabeza.
A medida que la carrera se adentraba en Francia, la ventaja de Pichon al frente de la carrera se había reducido a sólo 1:20. A falta de 44 km, Pichon fue engullido por el pelotón y la atención comenzó a centrarse en la llegada al esprint.
La lucha por la cabeza de carrera fue increíblemente feroz. Casi todos los mejores esprinters del mundo están aquí este año y todos querían estar en la mejor posición. En un final técnico lleno de rotondas, el pelotón quedó increíblemente estirado. Todos los corredores de la clasificación general pasaron con seguridad por la pancarta de 3 km para el final.
En el último kilómetro, la cabeza del pelotón se convirtió en un caos. Mathieu van der Poel lideraba brillantemente a Jasper Philipsen. Cuando el velocista del Alpecin-Deceuninck disparó, no hubo quien le parara y se abrió camino hacia la victoria.