Bélgica llega al
Campeonato de Europa de 2025 en Ardèche con
Remco Evenepoel en el punto de mira. Tras conquistar en Kigali un histórico tercer título
mundial consecutivo de contrarreloj, el corredor de 25 años está a punto de completar un palmarés sin precedentes. Ya es el vigente campeón del mundo y nacional belga, y con su título olímpico de París aún fresco en la memoria, la victoria del martes le convertiría en el poseedor simultáneo de todas las grandes coronas de contrarreloj disponibles.
El seleccionador nacional, Serge Pauwels, cree que no hay ninguna razón para que Evenepoel no vuelva a rendir al máximo nivel. En vísperas de la carrera, señaló las difíciles condiciones como la única complicación real. "El viento sopla fuerte aquí, sobre todo de cara", explicó Pauwels en declaraciones a VTM Nieuws.
"Debería amainar un poco a última hora del día, lo que podría favorecer a los que salgan más tarde. Para Remco, eso no es malo. Pero es tan aerodinámico que no debería ser un problema. Lo principal será mantener la bicicleta bajo control, porque el viento es bastante fuerte".
El estado de forma de Evenepoel no podría contrastar más con las turbulencias de su verano. Tras un inicio de
Mundial accidentado, realizó una de sus mejores actuaciones en Kigali, alcanzando a Tadej Pogacar en la carretera y estableciendo una marca a la que ningún rival pudo acercarse. Su dominio no sólo le proporcionó otro maillot arco iris, sino que también confirmó la profundidad de Bélgica en la disciplina, con Ilan van Wilder acompañándole en el podio en tercer lugar.
El objetivo en el Campeonato de Europa
Para Pauwels, el mensaje de cara al Campeonato de Europa es claro: centrarse en la tarea inmediata. "He hablado con Remco durante el desayuno y se siente bien, ha dormido bien. Sólo tiene que concentrarse en esta contrarreloj y no pensar en el viaje ni en lo que viene detrás. Los últimos días han sido tranquilos: ha entrenado poco, ha descansado, nada agitado. Siempre hay que ser consciente de que las cosas pueden salir un poco menos bien, y no sería una desgracia. Pero no hay ninguna razón para que no salga perfecto".
Si Evenepoel se impone en Ardèche, sumará otra línea en los libros de historia. Llevar simultáneamente las bandas arco iris, los anillos olímpicos, las estrellas europeas y la tricolor belga en la misma disciplina sería un logro sin parangón en el ciclismo moderno: un auténtico grand slam del cronómetro. Pocos apostarían en su contra para añadirlo a su ya notable palmarés.