"Ha mejorado enormemente y es formidable": Jasper Philipsen y su máximo rival para 2026

Jasper Philipsen afronta 2026 con claridad sobre el corredor que, cree, marcará su temporada al esprint: Jonathan Milan.

En conversación con La Gazzetta dello Sport, el velocista de Alpecin no intentó rebajar la magnitud del reto, y señaló al italiano como el referente con el que espera medirse el próximo año.

Philipsen no escondió su admiración por el salto de rendimiento de Milan desde su llegada a Lidl-Trek. “Ha mejorado enormemente y es, sin duda, un rival formidable, especialmente porque es dos años más joven que yo”, afirmó.

Aunque llevan varias temporadas cruzándose, Philipsen sugirió que el Milan de 2025 es un corredor completamente distinto. “Quizá en sus años en Bahrain no terminó de despegar, pero desde que llegó a Lidl-Trek su nivel ha subido, y eso es bueno para nuestra rivalidad.”

El belga encara la nueva campaña con sensación de tarea incompleta tras una 2025 marcada primero por una caída en Nokere Koerse y luego por el fuerte accidente que le obligó a abandonar el Tour de France. Pese a los contratiempos, sus ambiciones no han cambiado.

“Mis planes serán más o menos los mismos que el año pasado”, dijo a Gazzetta. “Quiero ganar los Monumentos y luego también espero hacerlo bien en el Tour de France. Y no estaría mal ganar un par de etapas en el Giro…”

Su mención al Giro sería un hito en su carrera —Philipsen nunca ha tomado la salida en la gran ronda italiana—, pero dejó claro que los objetivos al esprint no definirán por sí solos su temporada. Compaginar las llegadas masivas con la preparación para los Monumentos siempre ha sido su desafío, y lo asume.

“Es importante encontrar el equilibrio adecuado antes de cada carrera”, aseguró. “Si tuviera el tiempo y la oportunidad de concentrarme al 100% en los sprints, estaría sin duda entre los tres mejores.”

Con Milan ya rindiendo al máximo nivel y corredores como Tim Merlier ganando con frecuencia, Philipsen sabe que la competencia en 2026 será dura. Al evaluar la transformación de Milan —en especial desde su llegada a Lidl-Trek—, el belga dejó claro que el italiano es el rival llamado a definir el panorama del sprint el próximo año.

Para Philipsen, ese salto de nivel basta para fijar el tono de uno de los duelos clave de 2026: una rivalidad directa al esprint construida sobre velocidad compartida, estilos contrastados y la irrupción de Milan como uno de los finalizadores más poderosos del mundo.