Geraint Thomas estaba viviendo una jornada muy tranquila en la 19ª etapa del
Giro de Italia hasta que se fue al suelo durante la última subida. Sin embargo, por suerte para él, pudo volver al grupo de los favoritos y la caída no le ha dejado secuelas, poco más que ciertos rasguños sin importancia.
En un incidente bastante inocuo, el líder del
INEOS Grenadiers estaba ocupado mirando a su alrededor al resto del grupo y no se dio cuenta de que su rueda delantera estaba a punto de rozar la rueda trasera del maillot blanco, Antonio Tiberi. A medida que el corredor de 37 años se deslizaba por el suelo, tanto Daniel Martínez como Tadej Pogacar se veían obligados a realizar una acción evasiva. Afortunadamente, Thomas parece no haber sufrido ninguna lesión real y rápidamente fue capaz de volver a ponerse en pie. A pesar de necesitar un cambio de bici, se dirigió con calma hacia el grupo de sus rivales.
"Fue un pequeño y estúpido error", reflexiona Thomas con pesar en su entrevista posterior a la carrera. "Estaba mirando por encima del hombro y se movieron un poco, se superpusieron a la rueda y me tocaron. Por suerte, me dieron la bici de repuesto enseguida y el coche del BORA - hansgrohe fue bueno, me dio un poco de calado para volver al grupo de nuevo."
Sobre su estado físico tras el accidente, Thomas no está demasiado preocupado. "Son sólo cortes de viejas caídas. Después de 18 años como profesional tienes unas cuantas, así que sí, todo está bien, sólo ha sido un error estúpido", valora. "La etapa ha ido más o menos como pensábamos. Esperábamos que el tiempo aguantara, pero obviamente no ha sido así. Mañana será un gran día".
Con la etapa 20 siendo el último día para que los corredores asciendan o desciendan en la clasificación general, Thomas todavía tiene a su ex compañero de equipo, Daniel Martínez en su punto de mira, a sólo 22 segundos en la batalla por ser el mejor del resto detrás de Tadej Pogacar.