Frank van den Broek era un auténtico desconocido para el gran público que solamente sigue el ciclismo en los eventos importantes hasta el día de hoy. Y es que este neerlandés de 23 años ha realizado una primera etapa del
Tour de Francia 2024 absolutamente magistral. Esperó a su líder en el
Team DSM-Firmenich PostNL Romain Bardet para llevarlo al grupo de cabeza, y luego tiró de él hasta la línea de meta, donde le dejó la victoria en bandeja. Ahora es segundo de la clasificación general, a 4 segundos de su compañero, y tiene en su poder el maillot verde y el blanco.
"Estoy completamente jodido, completamente vacío. No tengo palabras. Me he sorprendido a mí mismo. Habíamos planeado estar en la escapada, porque queríamos estar ahí en el fin de semana inaugural", dijo van den Broek a NOS. "Salió bastante bien. Estuve en el primer grupo de cabeza, pero pude mantenerme después. Hoy hacía mucho calor, pero el equipo tenía un plan muy bueno con botellas de agua y hielo. Ha sido perfecto". Era sólo uno de los muchos corredores fuertes del grupo delantero, pero al final del día resistiría la escalada y las condiciones calurosas mucho mejor que todos sus rivales. "Quería el maillot de lunares, pero no tenía la pegada contra esos otros tipos".
Cuando Romain Bardet atacó a falta de 50 kilómetros, el holandés esperó a su líder y le marcó el ritmo hasta la cabeza de carrera. "Después Romain pudo hacer el cambio, así que pudimos salir juntos. Antes de eso estaba bastante fastidiado por no haber conseguido el maillot de lunares. ¿Por qué seguía corriendo allí? Quizá por el premio a la combatividad, pero no estamos aquí para salir en la foto. Pero este final es estupendo". Van den Broek seguía teniendo unas piernas estupendas y los dos descolgaron al resto del grupo y se pusieron solos en cabeza de carrera.
Su selección para el Tour en sí ya fue una relativa sorpresa debido a su corta edad y a su falta de carreras a nivel World Tour, pero se ha mostrado al mundo ganando el Tour de Turquía en abril. Admite que hoy estaba muy nervioso al tomar la salida: "Los últimos días no me sentía muy bien, creo que era la tensión previa a mi primera gran vuelta. Pero cuando ondeó la bandera, enseguida estuve allí".
Pero en ese final, él y Bardet lograron mantener a raya al pelotón de forma dramática, por sólo 5 segundos. "Todo el tramo contra el viento fue súper duro. Veía la meta muy lejos y veía venir al pelotón. Pero fue cabeza abajo y a tope hasta la meta". Parecía el más fuerte de los dos, pero dio grandes tirones en la parte delantera, ya que estaba claro que Bardet iba a hacerse con la victoria si lograban salir airosos de la difícil misión.
"No hablamos de ello. Mis piernas estaban vacías, él vino entonces. Es genial que gane en su último Tour y se lleve el maillot amarillo", dice de Bardet, que agradeció de varias maneras a su compañero de equipo. La victoria no habría sido posible sin van den Broek. "Espero tener suficientes oportunidades para hacerlo algún día. Pero ahora voy de blanco (y con el maillot verde también, ed.), lo que es super guay", concluye.