La paraciclista australiana
Paige Greco, campeona paralímpica en Tokio 2020, murió el domingo a los 28 años tras sufrir un episodio médico inesperado en su casa de Adelaida. La noticia fue confirmada por su familia en un comunicado hecho público por AusCycling.
Sus padres expresaron que Greco era el corazón del hogar, una persona cuya determinación y cercanía marcaban la vida de quienes la conocían. Agradecieron además las muestras de cariño recibidas y subrayaron el orgullo que sienten por la manera en que su hija defendió los colores de Australia.
Greco dejó una huella imborrable en los
Juegos Olímpicos de Tokio, donde abrió el medallero australiano con un oro histórico en la persecución individual de 3.000 metros (categorías C1-C3), prueba en la que fijó además un nuevo récord mundial. A ese triunfo añadió dos bronces en las competiciones de ruta. Su trayectoria fue reconocida en 2022 con la Medalla de la Orden de Australia.
Tanto Paralympics Australia como
AusCycling dedicaron palabras de homenaje a la deportista. Cameron Murray, director ejecutivo del movimiento paralímpico australiano, la describió como una atleta excepcional y una persona aún más admirable. Marne Fechner, al frente de AusCycling, destacó la energía positiva con la que encaraba cada desafío y la inspiración que generaba en su entorno.
Una carrera inolvidable
Antes de centrarse en el ciclismo adaptado, Greco compitió en para-atletismo e incluso trató de lograr una plaza para los Juegos de Río 2016. No lo consiguió, pero ese revés la llevó a instalarse en Adelaida para entrenar en el Instituto del Deporte de Australia del Sur y finalizar sus estudios universitarios en ciencias del deporte.
Desde su estreno internacional en 2019, Greco acumuló títulos, récords y medallas en campeonatos del mundo. En esta temporada había sumado dos bronces, uno en la Copa del Mundo y otro en el Mundial de carretera, ambos celebrados en Bélgica. Descanse en paz.
*Imagen de portado de AusCycling