Después de que el Giro de Italia de
Remco Evenepoel se viera abocado a un final prematuro por un positivo en un test de covid-19, mucha gente se planteó rápidamente la cuestión de si el belga correría o no el
Tour de Francia y se enfrentaría a rivales de la talla de
Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard.
Sin embargo, nunca fue una propuesta realista, a pesar de que el propio Pogacar intentó atraer a Evenepoel a París. "Este año no, ésa es mi respuesta. Intercambié algunos mensajes con Pogacar y deben entender que hice seis meses de preparación para el Giro, en una montaña desierta", explica el líder del
Soudal Quick-Step en una rueda de prensa previa a la
Vuelta a Suiza.
Tras el positivo en el test de covid, Evenepoel estuvo un tiempo sin montar en bicicleta, razón de peso por la que no podrá correr el Tour de Francia este año. "Tuve que dejar de pedalear durante dos semanas. No fue fácil encontrar una forma decente si me hubiera apuntada a la salida del Tour de Francia", dice Evenepoel. "Sólo habría estado al 50% de mis capacidades".
"Apuntarme sin ambición para la general era una opción, pero si me hubiera descolgado en la primera etapa de montaña, habría sido noticia en Bélgica", prosigue. "No habría sido posible apuntarme en estas condiciones, pero es sólo un aplazamiento".
Sin embargo, en la Vuelta a Suiza, Evenepoel es uno de los grandes favoritos. "No fue fácil elegir, pero Suiza encaja bien con mi desarrollo y mis sueños de Gran Vuelta. Hay altitud, hay subidas largas y creo que hay algunas contrarrelojes bonitas en el recorrido. Además, el año pasado disfruté mucho en la Vuelta a Suiza", afirma. "Veremos cómo va durante la semana. Estoy fresco al principio, pero es una carrera difícil. Hay varias etapas difíciles en el medio. No habría participado si no estuviera en buena forma".