"Es una lástima que no haya podido ganar": Giulio Ciccone rozó la victoria de etapa en la 2ª jornada de la Vuelta a España

La segunda etapa de la Vuelta a España 2025 ofreció un final dramático hasta el último metro. Giulio Ciccone parecía haber ejecutado a la perfección su estrategia, lanzando un sprint medido que lo acercaba a una victoria de enorme prestigio.

Sin embargo, cuando la meta estaba al alcance de la mano, Jonas Vingegaard apareció con un golpe de pedal fulminante, superándolo en los metros finales y arrebatándole tanto el triunfo de la jornada como el ansiado maillot rojo.

Para el italiano del Lidl-Trek, la decepción fue enorme. Había puesto todo en el esfuerzo, convencido de que la etapa era su gran oportunidad.

Para el danés, en cambio, la victoria significó mucho más que una celebración: fue una auténtica declaración de intenciones, la primera conquista en esta Vuelta y una reafirmación de su papel como gran favorito a la general.

Tras la etapa, Ciccone reconoció que los detalles del posicionamiento fueron determinantes en ese final explosivo.

“Estaba un poco cerrado en los últimos 500 metros, cuando me encontré delante de Ayuso. En ese momento, tuve que dejarme llevar por las sensaciones y lancé el sprint, pero quizás empecé demasiado pronto. Al final, resultó difícil mantener ese esfuerzo hasta la meta”, explicó a CyclingPro Net.

El corredor había marcado esta jornada como objetivo clave, pero la ejecución lo dejó frustrado y con la victoria escapándose por un margen mínimo.

“Las piernas están muy bien, y es una lástima que no haya podido ganar. Esta etapa era un gran objetivo, y tenía muchas ganas de llevarme el maillot rojo. Pero seguiremos intentándolo en los próximos días”, afirmó, dejando claro que su foco en esta Vuelta no está en la clasificación general, sino en la búsqueda de triunfos parciales.

La etapa también estuvo marcada por un episodio de tensión: una caída en la que se vieron involucrados varios corredores, entre ellos el propio Vingegaard y el británico Tom Pidcock. El incidente pudo haber cambiado el desenlace, pero el pelotón reaccionó de manera unánime.

“Fue un momento bastante peligroso de la carrera. Redujimos el ritmo en la cabeza del grupo porque no se puede ganar ventaja cuando un gran campeón acaba de caer”, relató Ciccone, subrayando ese código de honor que suele regir en el ciclismo profesional, donde el respeto hacia los rivales modera la dureza de la competición.

Por su parte, Jonas Vingegaard no ocultó su satisfacción con lo logrado. "Es mejor no desperdiciar la oportunidad de ganar una etapa. Cuando vi que había una oportunidad de hacerlo, decidí intentarlo. Estoy contento, sobre todo porque ha pasado tiempo desde mi última victoria. Estoy contento de cómo me he sentido y de cómo ha trabajado el equipo. Y también estoy contento, por supuesto, de haberme llevado el maillot rojo”.

El danés se mostró confiado, agradecido con el trabajo colectivo de su equipo y consciente de la importancia psicológica de este triunfo en los primeros compases de la Vuelta.