La ciclista italiana
Elisa Longo Borghini logró un excelente triunfo en el
Giro de Italia femenino. La carrera, quizás opacada al correrse al mismo tiempo que el Tour de Francia, supone un gran hito en la carrera de la experimentada Borghini, consagrándose a sus 32 años.
La líder del
Lidl-Trek entró en la última etapa con sólo un segundo de ventaja sobre
Lotte Kopecky, que prometió dar lo mejor de sí misma para hacerse con la maglia rosa en L'Aquila.
Convenientemente para Longo Borghini, una escapada de tres corredoras mantuvo a raya al pelotón, eliminando todos los segundos de bonificación de la ecuación. A la italiana le bastó con no dejarse caer por su homóloga belga en el último kilómetro cuesta arriba.
Como apoyo mental, su marido ya se había levantado a las 2:30 para ir al punto de salida en Pescara. "Quería demostrar que era la más fuerte y cruzar la meta con la maglia rosa", dijo la italiana en
Sporza después.
"La gente dudaba de mí", señala. "Decían: Kopecky te superará. Pero todos en el equipo estaban muy motivados para conservar la maglia rosa. Todos hicieron un gran trabajo. Estoy muy orgulloso de haber ganado la general en Italia. Tardaré algún tiempo en asimilar lo que he conseguido hoy".
Longo Borghini tuvo que estar constantemente en guardia contra los contraataques de Lotte Kopecky. En el último kilómetro, la campeona del mundo hizo un intento final, pero pudo parar la maglia rosa con un contraataque. "Me gusta la adrenalina", dijo.
"Si es un segundo, me gusta el duelo. Cuando veo la línea, embisto como un toro sobre un trapo rojo. También quería devolverle algo a Kopecky. Ayer me molestó un poco, ahora puedo admitirlo. Estaba nervioso, pero de forma positiva", confiesa Longo Borhini. "Pensé: Te voy a partir la cara".