El
Koppenbergcross del pasado viernes se vio empañado por un preocupanteincidente protagonizado por la estrella belga del ciclocross
Eli Iserbyt. Durante la segunda vuelta de la carrera, un espectador arrojó un vaso lleno de cerveza a Iserbyt, un acto inesperado que le dejó visiblemente conmocionado. "Fue muy inesperado. No me sentí bien por un momento", dijo Iserbyt a
Wielerflits después de la carrera, reflexionando sobre la conmoción del incidente.
Tras los disturbios, la policía escoltó rápidamente al espectador que arrojaba cerveza. El equipo de Iserbyt, así como los organizadores de la prueba, han presentado una queja oficial para exigir responsabilidades por lo que consideran una perturbación inaceptable de la carrera.
El director del equipo, Jurgen Mettepenningen, expresó su frustración y condenó enérgicamente el comportamiento. "Esa gente debería quedarse en casa, eso no tiene cabida en el deporte", señaló Mettepenningen a
Sporza. También se refirió al acoso en línea al que se ha visto sometido el Iserbyt, llamando la atención sobre quienes se dedican a intimidar desde detrás de sus pantallas: "¿Que Eli también ha tenido que enfrentarse al acoso en Internet? Me parece un poco estúpido, esa gente en casa con sus teclados. Es una mierda. Esa gente es marginal", añadió.
El incidente ha ensombrecido lo que debería haber sido el punto álgido de la temporada de ciclocross, planteando cuestiones sobre el comportamiento de los aficionados y el respeto a los atletas. Tanto el equipo de Iserbyt como los organizadores de la carrera esperan que su denuncia sirva de elemento disuasorio para evitar sucesos similares en el futuro.