El Soudal - Quick-Step quedó fuera de la lucha en la 8.ª etapa, un sprint que parecía hecho a medida para
Tim Merlier, hasta que un pinchazo arruinó los planes. Merlier, ganador de la 3.ª etapa, sufrió un percance a 13 kilómetros de la meta y, aunque logró reincorporarse al pelotón, nunca encontró la posición adecuada para disputar el final.
"Tim Merlier tuvo un pinchazo y, en ese momento de la carrera, era más rápido cambiar directamente la bicicleta que la rueda", explicó el director deportivo Tom Steels a Cyclism'Actu. "Se reincorporó a unos 8 o 9 kilómetros de la llegada, y después, con todas las curvas del final, fue demasiado difícil volver a la parte delantera del pelotón. Estuvo cerca de alcanzar la rotonda a 3 km de la meta, pero creo que le faltaron unos 200 metros para estar realmente bien colocado, sobre todo tras el esfuerzo que hizo antes."
"Es una lástima, porque creo que este final también le venía bien. Pero mañana (domingo) tendremos otra oportunidad. Será una de las últimas etapas llanas. El viento estará presente al final, y sin duda será una de nuestras últimas opciones para un sprint masivo".
Steels calificó la primera semana del Tour como implacable: "Está siendo un buen inicio del
Tour de Francia, pero muy duro y muy rápido. La velocidad media es altísima. Cada día ha sido una gran batalla, salvo quizá en Dunkerque y hoy (sábado)".
De cara a las etapas de montaña, Steels señaló que las verdaderas pruebas comenzarán más adelante. "Sabremos más durante la 10.ª etapa en Mont-Dore, con 4.500 metros de desnivel. Será una jornada muy exigente y, creo, importante para la clasificación general. En cuanto a Remco Evenepoel, vamos día a día. De momento está bien, fuerte, y se está recuperando correctamente. La montaña llega tras el día de descanso. En cualquier caso, por ahora todo marcha bien".