El seleccionador neerlandés está satisfecho con el recorrido olímpico de Mountain Bike: "No sabíamos exactamente qué esperar, pero no podemos quejarnos"

El pasado fin de semana no sólo se celebró el Campeonato de Europa de Ciclismo en un antiguo vertedero, sino también la prueba test para los Juegos Olímpicos de ciclismo de montaña en la zona de París. A su regreso a los Países Bajos, In de Leiderstrui habló con el seleccionador nacional Gerben de Knegt sobre sus conclusiones del recorrido en Francia.

Élancourt, así se llama la colina cercana a la capital francesa donde tendrá lugar la competición por el oro, la plata y el bronce olímpicos en el marco de los Juegos de 2024. "Toda la carrera se desarrolló en un antiguo vertedero de 1800, pero todo es un hermoso terreno cubierto de maleza. Es realmente maravilloso", confiesa el seleccionador neerlandés.

"No sabíamos exactamente qué esperar, pero no podemos quejarnos", dijo De Knegt cuando se le preguntó. "Habían echado mucha gravilla. Cuando estaba un poco mojado el viernes y llegamos, era un gran desastre. Era realmente pegajoso, basura. La organización también lo sabía y por eso había echado mucha grava, pero aún no estaba completamente rodado. Por lo tanto, hubo algunas caídas, sobre todo al rodar con la rueda delantera deslizándose sobre la grava. Eso lo hizo un poco atípico".

Atípico, que también suscitó algunas críticas. El vigente campeón olímpico Tom Pidcock no quiso ser demasiado negativo, pero sí dejó claro que no estaba muy de acuerdo con la cantidad de grava que había en el circuito. "Entiendo las críticas de Pidcock. El 95% era sobre grava, que todavía no se había rodado muy bien. Sin embargo, es lo que hay. Creo que es bueno que lo hayan hecho, porque si llueve es imposible rodar. Sólo hace falta algo de tiempo".