La contrarreloj final de Madrid de la
Vuelta a España 2024, en disputa en el momento de escribir este artículo, es especial por muchos motivos, pero uno de ellos toca muy de cerca a
Visma - Lease a Bike y su corredor
Robert Gesink.
Gesink pone fin a su carrera profesional este domingo por la tarde, marcando el final de una trayectoria de casi 20 años entre la élite del ciclismo.
"Es genial terminar a este alto nivel y no continuar un año más de la cuenta. Es un buen momento", dijo Gesink en declaraciones recogidas por
NOS antes de su despedida final en Madrid. "Ha habido muchos 'últimos esto' y 'últimos aquello' este último año. Ayer ya fue muy especial. Siempre hay muchos momentos tranquilos en las carreras, a pesar de que fue una etapa brutalmente dura, todavía hubo bastantes chicos que dijeron por el camino: 'Genial, enhorabuena'. Eso estuvo bien".
Gesink, que en sus años mozos aspiraba a la clasificación general de las grandes vueltas y alcanzó su punto álgido en el Tour de Francia 2010, donde terminó entre los cinco primeros, ha modificado desde entonces su estilo de pilotaje y su posición en Visma hacia un papel más de capitán de carretera y gregario, apoyando lealmente a sus compañeros de equipo en las últimas temporadas. "Mi carrera comenzó en gran medida con el impulso de ganar, de rendir", recuerda el neerlandés de 38 años de sus primeros días. "Una carrera no tenía éxito si no estaba entre los diez primeros o incluso mejor. Eso ha cambiado. Estoy orgulloso de haber pasado de ser un ciclista que sólo pensaba en sí mismo a un corredor de equipo".
Sin embargo, el Padre Tiempo no espera a nadie y en los últimos dos años, Gesink ha encontrado cada vez más difícil rodar en cabeza. "Desgraciadamente, ocurre cada vez más a menudo que en la primera hora hay unos ochenta corredores más fuertes, y yo sólo salgo a la palestra hacia el final. Poco a poco, los jóvenes me adelantan cada vez más", concluye. "Me he convertido más en un aficionado al ciclismo, en lugar de en el 'obligado' sobre la bicicleta".
Después del ciclismo, Gesink ya está deseando pasar más tiempo con su familia: "Como ciclista profesional, pasas muchos días al año en el aeropuerto. Ves a todas las familias felices que se van de vacaciones y luego estoy yo allí con mi maleta amarilla camino de una carrera, a veces sin saber siquiera el destino", concluye. "Es una experiencia completamente diferente, que me hace mucha ilusión".