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Mundial de Zúrich 2024 está llegando a su fin con la prueba en ruta élite masculina, a la que en el momento de escribir este artículo le falta menos de la mitad para que llegue a su punto y final.
Tom Pidcock, que ya es campeón del mundo en dos disciplinas diferentes, quiere hacerse con el maillot arcoíris. Dado que su estado de forma es un tanto desconocido de cara a la carrera, Pidcock también tiene la ventaja de volar un poco por debajo del radar.
"Después de la conmoción cerebral (sufrida en el Tour de Gran Bretaña), me sentí frustrado", admite el británico en su entrevista previa a la carrera para Eurosport. "Es lo que es, pero no es agradable. Es un Mundial, así que sabes que va a ser duro. Pero de todos modos, voy a hacerlo lo mejor posible".
El recorrido de Zúrich, accidentado y punzante, es sin duda el más adecuado para un Pidcock en plena forma. Sin embargo, dado que no está al máximo nivel, la estrella del INEOS Grenadiers no es considerado por muchos como un rival para Tadej Pogacar, Remco Evenepoel y Mathieu van der Poel, entre otros. "Si tuviera porcentajes así en Bélgica o Francia, podría ser muy duro. Aquí también podría ser súper rápido", anticipa Pidcock, aunque no está dispuesto a descartar por completo sus propias posibilidades. "Podría haber un grupo más grande en la meta de lo que la mayoría de la gente piensa. Será muy duro, pero el nivel entre los participantes es muy alto".
Sin embargo, como ya se ha dicho, el hecho de que no se hable mucho de Pidcock podría ser una gran ventaja para el británico y sus compatriotas, como Stephen Williams y los hermanos Yates. "Hay grandes favoritos y hasta ahora hemos pasado desapercibidos. Espero que podamos utilizar eso a nuestro favor", concluye con una sonrisa. "Quiero centrarme en estar ahí en la carretera y competir de verdad más a menudo en las finales y por las victorias. Puede que no esté al 100%, pero eso no debe impedirme ir a por todas".